Charles da el Luis Otero al Celta (2-4) ante un Pontevedra que hace una brillante segunda parte

Pontevedra
12 de noviembre 2014

Jorge y Hugo Mallo fueron negativos protagonistas al enzarzarse en una pelea a puñetazos en la primera parte que terminó con la expulsión de ambos. Charles fue el verdugo de su exequipo anotando tres goles. Los granates dejan una excelente impresión mereciendo mejor resultado

Sergi Gómez se interpone entre Jorge y Hugo Mallo para detener la pelea entre ambos
Sergi Gómez se interpone entre Jorge y Hugo Mallo para detener la pelea entre ambos / Diego Torrado

Ni las ausencias de sus internacionales, ni los numerosos cambios que el Toto Berizzo introdujo en el equipo inicial, dando entrada a los jugadores menos habituales acompañados de tres hombres del filial, fueron obstáculo para que el Celta dejase claro desde los primeros compases que no había venido a pasearse, y sí a disputar un partido serio e imponer la lógica superioridad sobre el cuadro granate que marca la tremenda diferencia de categorías entre ambos.

Los de Luisito lo intentaron, buscando el área contraria con decisión, pero con poca fortuna. Y ello a pesar de que muy pronto encajarían dos goles en las dos primeras llegadas viguesas. Como no hay peor cuña que la de la misma madera, sería un hombre criado en buena parte en Pasarón e idolatrado por la afición local, quien se encargase de abrir diferencias. Charles aprovechó un pase en largo para, tras rechazar Lloves su primer remate, abrir el marcador al segundo intento. Luego volvería a marcar, apenas tres minutos más tarde, rematando un centro desde la línea de fondo de Hugo Mallo.

Augusto pudo hacer el tercero poco después, pero se encontró con el pie de Lloves que lo evitó. La rapidez del campo como consecuencia de la lluvia, era un aliado más de la superioridad técnica de los celestes (en esta ocasión de verde, por esas razones poco comprensibles para los aficionados más puristas, de pretender vender más camisetas). Ello no evitó que el equipo local tuviese alguna llegada interesante, pero fallando en el último pase para dejar en posición de ventaja al delantero.

Pero lo que debía ser una fiesta entre dos equipos vecinos se estropeó en el minuto 42 de partido cuando Hugo Mallo comete una clara falta sobre Jorge. El árbitro no pita nada. Jorge se encara. Hugo Mallo le replica y vuelan los puños de ambos en dirección a la cara del adversario. Saltan los componentes de ambos banquillos para intentar apaciguar, pero ya estaba liada. El colegiado manda a ambos a reflexionar sobre lo que nunca se debe hacer sobre el campo y menos en un amistoso.

Bien fuese por el desagradable incidente o por los cinco cambios que Luisito realizó en el descanso, lo cierto es que la segunda parte ofreció a dos equipos con los papeles invertidos. El Pontevedra se creció y puso en apuros a vigueses. Pablo Carnero recortaba distancias, resolviendo bien ante Rubén Blanco. El árbitro, desacertado toda la noche, ignoraba un clarísimo penalti de David Goldar sobre Pablo, y el poste evitaba el empate granate, en una gran jugada culminada con remate de Mouriño.

Para entonces el campo estaba cada vez más pesado y con mucha agua, pero el ritmo no bajaba, dejando una segunda parte mucho más atractiva y movida. El Pontevedra había merecido más, pero la calidad de los célticos se impondría de nuevo en corto espacio de tiempo y en las dos primeras llegadas con peligro. De nuevo Charles marcaba para sentenciar, rematando a placer un centro desde la línea de fondo, y luego Santi Mina protagonizaba una bonita jugada individual para plantarse ante Lloves y batirle con tranquilidad.

En medio de ambos el Pontevedra lo intentó hasta en tres ocasiones, sin conseguirlo. Los granates a pesar del marcador buscaban con decisión el marco. En una de esas acciones el juvenil Agus encaró con descaro, superando a David Goldar, que le derriba por detrás al borde del área. La acción le cuesta al celeste la tarjeta roja directa.

Aún habría tiempo para el golazo de la noche. Lo hizo Pablo Carnero en una espectacular chilena de espaldas a portería, tras excelente tuya-mía con Jacobo. Fue el justo premio a un Pontevedra que en la segunda parte tuteó y por fases incluso superó al Celta, dejando una excelente imagen.

PONTEVEDRA CF (2): Lloves; Adrián (Agus. min. 76), Pablo, Capi (Campillo, min. 46), Anxo (Jacobo, min. 60); Kevin Presa (Mouriño, min. 46), Pedro García (Iago, min. 82); Benja (Tubo, min. 46), Tomás (Pablo Carnero, min. 46), Centrón (David Feito, min. 46); y Jorge.

REAL CLUB CELTA DE VIGO (4): Rubén Blanco; David Soto, Sergi Gómez (Samuel, min. 46), Fontás, Hugo Mallo; David Goldar, Borja; Augusto (Jordan, min. 73), Álex López, Santi Mina; y Charles (Julio Delgado, min. 82).

Árbitro: Alejandro Muñiz (Pontevedra), auxiliado en las bandas por Diego Sánchez y Alejandro Castro. Expulsó con roja directa a Jorge y Hugo Mallo (minuto 42) por agresión mutua, y a David Goldar (minuto 78) por cortar en falta una ocasión manifiesta de gol. Amonestó a Adrián, Lloves y Campillo, por el Pontevedra.

Goles: (0-1) Minuto 18: Charles. (0-2) Minuto 21: Charles. (1-2) Minuto 53: Pablo Carnero. (1-3) Minuto 71: Charles. (1-4) Minuto 75: Santi Mina. (2-4) Minuto 84: Pablo Carnero.

Incidencias: Estadio Municipal de Pasarón (Pontevedra). LV Edición del Trofeo Luis Otero. Unos 600 espectadores. Un amplio sector de las Peñas del Pontevedra renunciaron a asistir el partido en protesta por la decisión del Consejo de Administración de cobrar un suplemento a los socios granates. Al finalizar el partido la Diputada de deportes de la Deputación Provincial, Ana Isabel Vázquez, hizo entrega del trofeo al capitán de R.C. Celta.