El día que Vetusta Morla hizo de El Náutico su casa: "Es nuestro particular El Dorado"
Por Alejandro Espiño
Era un secreto a voces. El Náutico llevaba trabajando desde hace semanas para que el nombre de la banda que iba a protagonizar un concierto sorpresa, coincidiendo con el estreno del documental de Atresmedia sobre el local, no se desvelase. Pero claro, siendo Vetusta Morla los protagonistas, difícil era que la noticia no corriera como la pólvora.
"Gracias por haber creído ese rumor que corría por toda Galicia de que íbamos a estar aquí", afirmó Pucho, el cantante de la banda madrileña que, acostumbrada ya a ser cabezas de cartel de los festivales más importantes o llenar recintos con decenas de miles de fans, anoche quisieron volver a sus orígenes y actuar ante apenas quinientas personas.
Vetusta Morla pudo saldar así, "por fin" como reconocían sobre el escenario, su deuda con El Náutico. "Era como nuestro particular El Dorado, ese que nunca encontrábamos. Pero por fin hemos podido disfrutar de este mito", explicó Pucho después de que la banda entonara Deséame suerte, El discurso el rey o Palmeras en La Mancha, sus primeros temas.
Aún bajo los acordes de Un golpe maestro, la primera canción que hizo saltar a todo el público, el cantante recordaba la sensación que vivió "cuando entré ayer por la puerta" y entró en comunión con un local, conocido para ellos por artistas y amigos que se han convertido en habituales, y al que habrían querido venir antes pero "teníamos los veranos abarrotados".
No era para menos. Sin barreras o personal de seguridad, la conexión con el público fue total y esa simbiosis se reforzó todavía más después de que la banda tocara Maldita dulzura, Cuarteles de invierno y, especialmente, Copenhague. Este tema, todo un himno generacional, desató el delirio de los asistentes y los móviles se iluminaron para inmortalizar el momento.
A partir de ahí, El Náutico cumplió con su máxima de que "aquí pasan cosas", como señaló el vocalista de la banda. Y tanto que pasaron. Con Mapas, Pucho optó por bajarse de las tablas y cantar en medio del público. Llegó incluso a acercarse a la valla que separa el local de la playa, en donde se agolpaban numerosas personas que se habían quedado sin entrada.
Y lo mejor aún estaba por llegar. Nunca se sabe quién puede aparecer en este templo musical. "Cuando dejas el lugar y el espacio para que las cosas surjan, las cosas surgen", dijo Pucho para recibir a Jairo Zavala, conocido artísticamente como Depedro, que acompañó a Vetusta Morla para interpretar con ellos el tema 23 de junio.
A la cita más íntima de Vetusta Morla, que recordó sus inicios en un pequeño local de Bueu -el bar Aturuxo-, aún le esperaba su traca final. Con Fuego y La vieja escuela, la banda empezó la recta final de un concierto con el que, según aseguró Pucho, "tenemos la sensación de estar como en casa y de que hemos estado aquí mil veces".
"Cuando dejas el lugar y el espacio para que las cosas surjan, las cosas surgen", dijo Pucho para recibir a Jairo Zavala, conocido artísticamente como Depedro
Tras recordar que Galicia es para ellos "un lugar muy especial" por ser ese sitio "que nos vio salir de nuestra casa y partir a nuevos horizontes", sonaron todos sus grandes éxitos y, de manera sucesiva, el público vibró y cantó con ellos al unísono canciones como La marea, Sálvese quien pueda, Te lo digo a ti, Fiesta mayor o Consejo de sabios.
A pesar de llevar casi dos horas sobre el escenario y comprobar que "aquí se va la luz tarde", Vetusta Morla no quiso colgar sus guitarras porque "aún hay tiempo para más" y así, en medio de una reivindicación de la importancia de las pequeñas salas como El Náutico, todavía sonaron El hombre del saco y Los días raros con un Pucho absolutamente extasiado.
"Gracias por transformar este sitio en nuestro hogar", afirmó emocionado el líder de Vetusta Morla, que reclamó al público no olvidarse de la música en directo y "no encerrarse en casa entre plataformas digitales y series", no perder la capacidad de comunicarse entre sí y sobre todo "no abandonar la noche y las salas" porque en ellas "hay magia y pasan cosas".
El concierto de Vetusta Morla fue la guinda a una noche especial para El Náutico, un lugar "donde surge la magia" como recordó Pucho durante su actuación y que, desde hace veinticinco años, es un refugio para los músicos más importantes del país.
Así se recoge en el documental de cinco episodios que estrenó anoche Flooxer, la plataforma digital de Atresmedia. Producido por Esmerarte y dirigido por Alberto Baamonde, El Náutico: El refugio de los músicos narra el nacimiento de este lugar de peregrinación y templo de vivencias únicas de algunos de los artistas más legendarios de la música española.
El documental recoge testimonios en primera persona de músicos habituales en los veranos de El Náutico como Iván Ferreiro, Leiva, Xoel López, Coque Malla, Leonor Watling, Jorge Drexler o Depedro, entre otros protagonistas.
De su mano se descubre cómo este recóndito espacio de la costa gallega se ha convertido en una especie de "patio de recreo", donde las colaboraciones más insospechadas nacen de manera natural y los post conciertos se acaban alargando hasta el alba.
Relacionadas:
-
Denuncias y medidas drásticas tras la masificación de la playa por el concierto de Iván Ferreiro en el Náutico
Por Natalia Puga |
-
El Náutico de O Grove quiere "decrecer" y apuesta por bandas residentes, espontaneidad y sorpresas para este verano
Por Redacción |
-
El Náutico de O Grove inspira el nuevo trabajo musical de Rozalén
Por Alejandro Espiño |
-
Las "noches inolvidables" de Leiva e Iván Ferreiro en El Náutico
Por Natalia Puga |
-
El año sabático de Lori Meyers, en pausa para dejar su huella en El Náutico
Por Alejandro Espiño |
-
Los nuevos discos de Marlango, Dorian y Marwan sonarán en El Náutico de O Grove en agosto
Por Alejandro Espiño |
-
Coque Malla y Juan Perro, primeros nombres para la programación estival de El Náutico
Por Alejandro Espiño |