Se amplía el plazo para visitar la exposición de Ramón Conde en el espacio Nemonon ante su buena acogida
Por Anxo Lourido
El espacio Nemonon ha decidido ampliar hasta el viernes 17 de enero los días de visita a la exposición 'Una mirada entre a y b' del escultor ourensano Ramón Conde en la sala situada en Villa Pilar, en la calle Riestra, ante el numeroso público que se ha acercado para ver esas figuras robustas e calvas, que se muestran en diferentes formas y que presentan un resumen de la actividad creativa de este artista.
El autor visitaba este martes las instalaciones donde ya ha vendido una de las piezas expuesta, la titulada 'Determinación', tasada en 7.000 euros. Los trabajos se extienden por los distintos puntos del local, incluso dos figuras tienen presencia en los baños de Nemonon.
El autor señala que es una continuidad de una realizada hace años para ver la evolución de sus obras. Se trata de una muestra recoplilatoria con obras como 'Amor de pai' y está elaborada en relación con el diseño de la sala. Es más intimista que otras exposiciones de Conde, según explica el propio artista. Indica que es como el mundo de los sueños, mostrando sus inquietudes recogidos en la reflexión, con figuras obesas relacionadas con montañas idealizadas; con otras piezas de carácter más superficial y un tercer apartado que ofrece una lucha entre esos dos mundos.
Además también se recogen dibujos, que no son bocetos de esculturas, sino que narran historias en sí mismos, con una inmersión en túneles que conducen a un final.
El arte debe dirigirse a las emociones, afirma Ramón Conde, a través de un cerebro emotivo que refleja vivencias y emociones sobre esa realidad. Hay figuras masculinas y otras que ofrecen ambigüedad, que en algunos casos se pueden definir como mujeres y otras como seres neutros. También existe ambigüedad sobre la edad y sobre sus aspectos emocionales de las piezas. Juega con esas imágenes del subconsciente como sucede con los sueños en los que no se definen las imágenes con exactitud.
Tres esculturas de hombres desnudos que se encuentran en el balcón del edificio funcionan como reclamo para los paseantes. Una de ellas tiene los rasgos característicos de la figura del propio escultor. A Conde le gusta que se muestren fuera de la sala de exposiciones porque tiene "un punto de provocación", igual que sucede con 'El fiel contraste' situada detrás del edificio del Concello o con la polémica obra de la Gran Vía de Vigo, 'Os redeiros', que está previsto que se traslade a García Barbón. Un cambio que al autor no le gusta porque fue pensada para el espacio que ocupa actualmente.