Fernando Aramburu, en Pontevedra: "Todos seríamos distintos si tuviéramos fecha de caducidad"
Por Alejandro Espiño
Para Fernando Aramburu, el aclamado autor de Patria, la de anoche a Pontevedra fue su primera visita a la ciudad. "Dudo que sea la última", ha reconocido ante el público que acudió al auditorio de Afundación, en donde el escritor vasco presentó Los vencejos, su nueva novela.
"Siempre intento regresar a los lugares en los que me tratan con hospitalidad", ha señalado Aramburu, que ha sido el protagonista de un encuentro literario solidario. Los asistentes, en vez de pagar entrada, donaron alimentos no perecederos para el Banco de Alimentos.
Durante su intervención, que estuvo abierta a las preguntas de los asistentes, el autor desgranó los detalles de esta nueva obra, protagonizada por un hombre que decide suicidarse y, además, pone fecha a su muerte. Justo un año después.
Ahí comienza su relato, a modo de diario, en el que "no se anda con rodeos", ha explicado Fernando Aramburu. "Lo que él hace es sincerarse todas las noches en una larga confesión en la que repasa su vida y examina su relación con familiares, amigos o compañeros de trabajo".
Él cree que nadie va a leer sus reflexiones y por ello, según Aramburu, "su sinceridad no tiene freno". Y es que, ha subrayado el escritor, "la humanidad sería una especie distinta y más apacible si tuviéramos fecha de caducidad" y supiéramos la fecha en la que vamos a morir.
A pesar de ello, ha reiterado que esta novela "es un canto a la vida" que está llena de humor porque "es algo que va conmigo". Así, ha reconocido que al humor o a la ironía "solo le pongo freno cuando hablo de víctimas del terrorismo para no resultar frívolo".
"Tengo novelas muy gamberras en las que me he desmelenado y en esta también lo hago", ha destacado el autor, que ha relatado cómo, antes de abordar un libro, "tengo la costumbre de diseñarlo" y tomar decisiones que le permite que la historia "fluya después mucho mejor".
Así, Los vencejos sigue la estela de Patria en el sentido que "ahí ya me libré de la narración lineal", apostando por una técnica "más cercana a un puzle o un mosaico" en donde "todo está tramado para evitar el caos y no tener que ir a ciegas".
Fernando Aramburu ha explicado además que son las primeras páginas las que más le cuesta escribir porque "me cuesta coger el ritmo" y le pesa siempre la novela anterior "por una suerte de inercia que invade la prosa".
Por ello, "cuando reviso y corrijo la novela donde más cambios hago es en las primeras 25 páginas", ha señalado. En este caso, además, la pandemia "me vino de perlas" porque el encierro le permitió "dedicarme con mayor intensidad a la escritura".
Como no podía ser de otra manera, Patria fue uno de los temas recurrentes en la charla. Todo lo que le ha reportado esa novela "ha sido muy grato", ya que le ha permitido llegar a más lectores. "Fue algo inesperado, un fenómeno que no se explica solo desde la literatura", ha dicho.
Pero Aramburu ha sentenciado que para su nuevo libro "tuve las manos libres y no hubo sombras tutelares", algo a lo que contribuyó su "prudencia" de no publicar otro libro inmediatamente y esperar cinco años porque si no a Los vencejos "le hubiese pasado factura".
"No necesito que se repita el éxito de Patria", ha zanjado el escritor vasco, que ha alertado de las "preocupantes" cifras de suicidio que hay en la actualidad, sucesos que "dejan una huella muy negativa en el entorno porque suscitan muchas preguntas".
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