Lo único bueno fue el resultado, para el Pontevedra, claro, que para el Villalonga ni eso. Ambos equipos llegaban al polémico partido aplazado en su día por las lluvias con las mismas necesidades de sumar los tres puntos, aunque por causas y objetivos bien diferentes. También los dos lo hacían con importantes ausencias en sus filas y este factor resultó determinante para que la balanza se inclinase del lado granate, que acusó menos las bajas que un Villalonga con menor profundidad de banquillo.
Pero a pesar de esa necesidad de los puntos, por momentos ambos conjuntos dieron la sensación de estar jugando una "pachanguita" intrascendente, sin absolutamente nada importante en liza, tal fue la falta de ritmo e intensidad con que se emplearon los contendientes. Claro que la acumulación de partidos y la pesadez del terreno también pudieron pasar factura, pero lo cierto es que por unas causas u otras, en Pasarón, en una noche desangelada, lo que se dice fútbol no hubo.
Los errores primaron sobre los aciertos. Difícil encontrar alguna ocasión en que se hilasen más de tres pases sin regalar el balón al contrario o recurrir al recurso de sacarse la pelota de encima para evitar complicaciones. El Pontevedra comenzó a remolque, sufriendo frente a un Villalonga que llegaba con relativa facilidad a las inmediaciones del área, para allí encontrar a un Machu absolutamente falto de compañía.
Poco duró el gas a los de Jacobo Molina que, paradojas del fútbol, pudieron adelantarse a balón parado en una falta magistralmente lanzada por Marc que salvaron a medias entre Lloves, con una sensacional estirada, y el poste, cuando sólo iban 4 minutos de partido. Cristóbal Juncal daría la réplica en la única jugaba bien trenzada de todo el primer tiempo, pero mandó el balón fuera en el mano a mano con el meta visitante Adrián Malleiro.
Precisamente Cristóbal, junto con Nano y Stefan eran los únicos que intentaban dar algo de ritmo a un partido cansino, plomizo, trabado y aburrido. Y en las acciones a balón parado, que antes habían negado el gol al cuadro visitante, encontró el equipo de Milo la fórmula. Cada corner lanzado era un suplicio para la zaga celeste, hasta que en uno de ellos, Pablo aprovecha un balón muerto al borde del área de meta para marcar a placer. Gol que no celebra recordando su reciente pasado en Villalonga.
Ni siquiera el gol hizo reaccionar a los visitantes, como tampoco dio alas al cuadro local. Ambos siguieron a lo suyo, como si el plomo lastrara las botas de los futbolistas y así entramos en una segunda parte aún de más baja calidad que la primera. El Villalonga siguió con sus problemas para defender las acciones de estrategia, como también con la falta de pólvora en sus escasos ataques.
Richi, al que el árbitro había anulado justamente un gol, ampliaba la cuenta poco después y parecía sentenciar el choque, pero cuando falta tensión llegan los errores y Pablo comete un absurdo penalti por no despejar a la primera un balón sin peligro en el área, lo que aprovecha el Villalonga para reducir diferencias, con suspense, ya que el disparo de Fran Matos casi lo saca Lloves.
El 2-1 en el marcador no sirvió más que para dar un cierto toque de incertidumbre a la recta final, pero el Pontevedra tiró de oficio y entre Santi Domínguez y Cristóbal Juncal durmieron el balón (los espectadores ya hacía bastante que lo estaban) ante la impotencia de los visitantes para tener al menos una mínima opción de buscar la igualada.
La victoria permite a los granates ascender al quinto puesto a un sólo punto del play-off
Con esta victoria el Pontevedra se encarama a la quinta posición de la tabla, a un sólo punto del Deportivo B, que cierra los puestos de play-off, mientras que el Villalonga sigue en posición de descenso.
PONTEVEDRA, C.F. (2): Lloves (2); Tubo (2), Caco (2), Pablo (1), Nano (2); Stefan (2), Iago Paz (1), Cristóbal Juncal (2), Jacobo (1); Richi (2) y Santi Domínguez (1).
Sustituciones: Yago Vázquez (2) por Stefan, minuto 46. Javi Pazos (1) por Richi, minuto 78. Sestelo (s.c.) por Caco, minuto 87.
VILLALONGA, F.C. (1): Adrián Malleiro (2); Leo (1), Marc (2), Miguel Vázquez (1), Fran Matos (2); Tenorio (2), Nelo (1); Quini (1), Javi Nogueira (1), Saúl (1); y Machu (1).
Sustituciones: Pedro (1) por Javi Nogueira, minuto 72.
Árbitro: Víctor García Villaverde, auxiliado en las bandas por Ricardo Landrove Lago y Adrián González Franco (Ferrol). Amonestó a Nano, Pablo, Iago Paz, Miguel Vázquez y Machu.
Goles: (1-0) Minuto 30: Pablo remata a placer un corner lanzado por Jacobo que toca previamente Stefan. (2-0) Minuto 74: Falta que lanza Cristóbal Juncal, rechaza Adrián Malleiro pero Iago Paz, atento, aprovecha para centrar sobre Richi que marca de cerca y a puerta vacía. (2-1) Minuto 83: Penalti cometido por Pablo sobre Machu que transforma Fran Matos, a pesar de que Lloves llega a tocar el balón.
Incidencias: Estadio Municipal de Pasarón (Pontevedra). La peor entrada en muchísimos años en un partido de liga, con poco más de quinientos espectadores.
VESTUARIOS:
JACOBO MOLINA: "Estoy triste y dolido por el resultado, pero no por el juego, porque creo que ofrecimos una cara positiva -así comenzaba su visión del partido el técnico visitante-, pero nos faltó tranquilidad y pausa en los últimos metros. Nos condenaron dos jugadas a balón parado, pero también nuestra falta de banquillo que nos limitaba las posibilidades e hizo que cuando teníamos que ir a por el partido nos faltaran las fuerzas".
MILO ABELLEIRA: El entrenador local no escondía la baja calidad del partido: "No ha sido un partido bueno. Estuvimos de diez, eso sí, en las jugadas a balón parado, pero el resto nos faltó la agresividad de otras veces e igual pagamos el esfuerzo de los últimos partidos en los que rendimos a gran nivel, presionando muy arriba al rival. Claro que faltó intensidad, pero es que no podíamos más. Nosotros teníamos tantas bajas como ellos. Hice el cambio de Stefan en el descanso porque había que reestructurar al equipo para cerrar espacios y le tocó a él, pero no es que lo estuviera haciendo mal".
Con respecto a si la acumulación de partidos podía dejarse notar el próximo domingo, Milo dijo: "Ví a la gente perjudicada y tengo miedo, sí, de que nos pase factura en Cangas. Esperemos saber llevar ese partido lo mejor que podamos".