Fiesta y ascenso del Arosa que con la victoria (0-1) en Bertamiráns regresa a Tercera División

O Salnés
03 de junio 2013

Un gol de Adrián Camiño a los dos minutos de juego decidió la eliminatoria de terceros clasificados. El Arosa supo sufrir pese al nefasto arbitraje que tuvo que soportar en la segunda parte, en la que el Bertamiráns llevó el partido al límite de la violencia. Unos 400 aficionados arousanos llevaron en volandas a sus jugadores y celebraron un merecido ascenso

Por una vez el fútbol fue justo con el único equipo que intentó practicarlo y ese fue el Arosa, que realizó una muy buena primera parte y luego fue capaz de aguantar la renta obtenida, a pesar de las brusquedades y provocaciones del rival, que niveló la contienda e incluso hizo sufrir a los arlequinados gracias a la permisiva actuación arbitral, que le consintió una dureza que en bastantes ocasiones superó los límites.

Claro que los defensores a ultranza del "resultadismo" dirán que el llamado "otro fútbol" también es fútbol, y en esa faceta el Bertamiráns fue claramente mejor, pero para que ese "otro fútbol" se pueda poner en práctica tienes que contar con un colegiado que utilice dos varas de medir, porque no deja de tener su guasa que el equipo que llevó las patadas, el Arosa, termine en inferioridad, con un jugador y su técnico expulsado, y el que repartió "cera" suficiente para pulir un edificio entero, haya terminado con todos sus jugadores el partido, cuando al menos dos de ellos debieron irse a la ducha mucho antes del final, por sendas agresiones que el colegiado ignoró.

Contra todo eso tuvo que luchar el cuadro arlequinado. En un ambiente apasionado, con dos aficionados volcadas con sus respectivos colores, pero con una exquisita deportividad, eso sí, en las gradas y entre ambas directivas. El Arosa fue mejor. Puso el fútbol. Puso el único gol del partido, y luego aguantó sin dar apenas opciones al rival, sin responder al juego subterráneo, con intensidad, con concentración defensiva.

Piscis sabía que el ascenso a Tercera División tenía un camino, el camino del sufrimiento. Y no se equivocó. El empate a un gol de la ida obligaba al Arosa a marcar al menos un gol. Conscientes de ello los arosistas salieron volcados. Desde el pitido inicial empujaron con fuerza. Dos minutos sin permitir que el Bertamiráns saliese de su parcela. Dos minutos y una falta decisiva. Adrián Camiño, golpeando con el empeine exterior y también con toda su alma, soltó un misil que salvó la barrera y se coló junto al poste que debía tapar el portero, al que la violencia del disparo no le dio tiempo más que para aplaudir.

El gol y la ambiciosa puesta en escena del Arosa descolocó al Bertamiráns, que se encontró en un escenario que no se esperaba. Y los nervios se apoderaron de los locales. Eloy era una pesadilla. Rivas se agigantaba por momentos en los siempre peligrosos, por las reducidas dimensiones del campo, balones aéreos. Y Jorge hacía lo demás, dando seguridad en las acciones a balón parado o centros del equipo local.

Adrián Camiño llevaba la batuta de una orquesta bien afinada, a la que sólo Jesús, que hacía sufrir a Santi, conseguía inquietar. Hasta que el Bertamiráns vio que jugando el fútbol lo tenía difícil, y sacó el hacha de guerra.

Tocaba a rebato. El colegiado, que durante la primera parte mantuvo el tipo, se arrugó y cedió a la presión de la grada, banquillo y jugadores locales. En el minuto 53 ignora, a pesar de haberla visto, una clara agresión de Álex a Eloy. Luego las entradas intimidatorias de Gemelo, Héctor, y el teatro de Sergio, también quedaron sin sanción.

Piscis es expulsado por salir del área técnica, mientras su colega rival, Javi Touriño, se permitía el lujo de entrar en el terreno y protestar a cada instante. Pero el Arosa había decidido que nada le iba a impedir regresar a la categoría que le corresponde.

Rivas pudo sentenciar de cabeza a la salida de un corner, pero Jacobo sacó el remate bajo palos, con Jose batido. Los arlequinados dieron un paso atrás, obligados por las constantes faltas señaladas en su contra. Así, resistiendo al borde de su propia área, iban pasando los minutos, lentamente. A falta de 10 para el final, Jorge evita el empate con una sensacional intervención, tras gran jugada de Jesús. Fue el mayor susto que dio el equipo local.

El fútbol directo del Bertamiráns se estrelló con la firme defensa arosista y con la seguridad por alto de un Jorge impecable.

Cuando el árbitro pitó el final, la explosión de júbilo visitante contrastaba con la desolación local. Así es el fútbol, ese que a veces da victorias a quienes lo maltratan, pero que en otras, como en esta ocasión, premia a quien más se lo merece.

En la fiesta del ascenso destacaba un grito de la afición: "El año que viene Arosa en Pasarón"

La fiesta arosista se prolongó. Los aficionados se resistían a abandonar el campo. Los gritos de "Arosa, Arosa" no dejaban se sonar, mezclados con un aviso al vecino granate: "El año que viene Arosa en Pasarón". El Arosa había regresado a un lugar, la Tercera División, más acorde con su historia, de la mano de Piscis, con Manolo Abalo al timón de la nave y con una afición que disfrutó como no lo hacía en muchos años.

BERTAMIRÁNS, F.C. (0): Jose; Jacobo, Otero, Guti, Gemelo; Héctor, Iván (Chema, minuto 46); Álex, Pablito (Santi, minuto 78), Jesús; y Sergio (Astray, minuto 71).

AROSA, S.C. (1): Jorge; Santi, Martín, Ríos, Juanjo; Rivas, Vixo; ÿscar Guimeráns (Nando, minuto 86), Adrián Camiño, Eloy (Borja, minuto 72); y Hugo.

Árbitro: Carlos Quintas Lorenzo, del colegio Gallego (Ourense), auxiliado en las bandas por ÿscar López Iglesias y Manuel Casanova Cudeiro. Expulsó a Borja (minuto 82) por encararse con el técnico local, al Delegado del conjunto local, por protestar airadamente (minuto 52) y al entrenador del Arosa, Piscis (minuto 55), por salir de su área técnica. Amonestó a Gemelo, Guti, Sergio, Jesús, Astray, Ríos, Rivas, Vixo, Adrián Camiño y Eloy.

Goles: (0-1) Minuto 2: Adrián Camiño, de falta directa desde el borde del área.

Incidencias: Campo Municipal de Bertamiráns. Lleno, con unos 1.000 espectadores, más de 400 de ellos seguidores del Arosa.