Pasarón, ese estadio en el que el curso pasado el Pontevedra solo sufrió una derrota, recibe el domingo (17 horas) al único equipo que fue capaz de derrotar a los granates en su fortín, el Atlético B. Sin embargo, esta temporada la situación ha cambiado. La escuadra lerezana no es tan fuerte en casa como el año pasado y el Atlético Baleares ya consiguió pescar los tres primeros puntos en suelo pontevedrés hace dos semanas.
La juventud, calidad, ritmo de juego y descaro de los colchoneros es la principal amenaza del rival de este domingo y para contrarrestar esas cualidades, Luismi Areda apela a algo que el Atlético B no tiene: veteranía. "La experiencia se tiene que notar en ciertos momentos del partido, ellos acaban de llegar al fútbol sénior", declaró el entrenador del Pontevedra, quien alerta de que a pesar de que a pesar de que la plantilla del filial atlético sufrió una profunda renovación, "muchos entrenan cada día con el primer equipo".
Uno que no estará el domingo en Pasarón es Sergio Camello, el delantero rojiblanco fue el mejor de su equipo en el duelo de la temporada pasada pero no viaja con sus compañeros por lesión. Por su parte, el técnico granate no podrá contar tampoco con Campillo, que evoluciona favorablemente de su lesión pero todavía no está en condiciones de disputar un partido; ni con Nacho López ni Berrocal por sanción.
A pesar de las ausencias, Areda está convencido de que su equipo puede vencer al Atlético B. La victoria conseguida la jornada anterior en Oviedo fue balsámica y sirvió para reforzar la moral del equipo y disipar la desconfianza que habían surgido entre algunos seguidores. "Había dudas entre la afición y vino bien ganar. Estamos con ganas y confianza", señaló el entrenador, que insiste en que está satisfecho con el trabajo y juego de sus pupilos y que la única diferencia entre los dos últimos partidos estuvo en el acierto de cara a puerta.
El que tendrá opciones de disputar sus primeros minutos sobre el verde de Pasarón es el mediocentro hondureño Alfredo Mejía, que ya se encuentra en perfecto estado de forma y que ya disputó sus primeros noventa minutos en el último partido del Pontevedra. En Oviedo, por la expulsión de Nacho, el centrocampista tuvo que jugar la mayor parte del duelo como lateral derecho, algo que Luismi asegura que, a pesar de su buena actuación, no se repetirá.