Rufo sacia su sed goleadora confiado en que a partir de ahora "lleguen más seguidos"
Por Manu Otero
"Cuando la pelotita no quiere entrar no sabes la rabia que da". Es la confesión de Rufo, el pichichi granate de la pasada temporada, después de haber conseguido saciar su sed de gol con el segundo y definitivo tanto del triunfo del Pontevedra frente al Salamanca. Aliviado por haber perforado la red por primera vez esta temporada, el ariete reconoce que tenía "ganas" de marcar porque "esa sensación nos gusta tenerla y se echaba en falta un poco".
No solo a nivel individual estaba ansioso Rufo por acabar con esta sequía que duró cuatro jornadas, también en el plano colectivo comenzaba a estar un poco preocupado. "Yo estaba contento porque el equipo está arriba, vamos cumpliendo objetivos y sumando muchos puntos en estas primeras jorandas. Pero en Zamora sí me trastoca un poco porque el equipo necesitaba un gol", reconoce el delantero madrileño que todavia se pregunta cómo pudo haber anulado el colegiado el tanto conseguido en el Ruta de la Plata.
"En la jugada del penalti contra el Salamanca me vino a la cabeza el gol anulado contra el Zamora. No sabía si el árbitro había pitado o no. Allí también había esquivado al portero, que me iba a hacer penalti, y luego lo anulan. El domingo ya no sabía si lo había pitado o no", confiesa entre risas.
Más preocupado acabó cuando Barbero se lo llevó por delante en el área de la portería de Fondo Norte. "Todavía tengo dolor en el cuerpo. Fue un golpetazo, pero estamos enteros", agradece antes de recordar la jugada. "Me dio miedo en el momento que metí la puntera, porque él ya venia pasado de frenada. En los pies no me llegó a tocar, fue más en el cuerpo", relata el atacante aliviado, como el resto de sus compañeros y de la afición, porque todo se haya quedado en un susto.
Parte del mérito de haber conseguido romper el cero a cero era ya de Rufo, pero la espinita por las oportunidades desperdiciadas seguía clavada en el corazón del nueve. Por eso cuando Charles condujo el contragolpe y le entregó envuelto en papel de regalo el balón para hacer el segundo, Rufo lo celebró con rabia. "Las ocasiones llegaban y no quería entrar. Los delanteros necesitamos ese momento, que entre para romper el maleficio. Ahora que vengan más seguidas", confía el killer.
Por fortuna, el equipo conseguido victorias sin echar en falta sus goles y Rufo está convencido de que el techo de esta plantilla está todavía muy lejos. "No pienso si el equipo ha sido mejor o peor a otros partidos", declara en referencia al último partido. "Es verdad que vamos mejorando, pero tenemos mucho margen de mejora y el equipo irá creciendo mucho", asegura alegando que "somos una plantilla nueva con una pretemporada un poco atípica en la que no hemos podido entrenar ni jugar muchos partidos juntos para encontrar y corregir esos defectos".
"Cada día somos un poco mejores y se le ve al equipo más suelto en casa y dándole más ritmo a la pelota. Muchos equipos van a venir a encerrarse y tenemos que tener más ritmo", señala el delantero una de las necesidades que presenta todavía el cuadro granate.
Mantener el nivel competitivo y seguir acumulando victorias es clave para conseguir el objetivo de estar el curso que viene, al menos, en la Primera RFEF. El rumbo es el correcto pero en el vestuario de Pasarón no quieren oir hablar todavía de ascenso. "La cosa está apretada y con muchos equipos juntos. Hemos empezado muy bien que era lo soñado, pero no te puedes relajar. Esto nos tiene que ayudar para trabajar con más tranquilidad", señala Rufo que no duda al reconocer que "el objetivo es el playoff".
Para conseguirlo es importante conseguir más puntos que los rivales del otro subgrupo. "Se mira mucho al cuarto de nuestro subgrupo pero yo también miro al otro grupo porque en la segunda ronda van a ser muy importante los puntos", puntualiza el ariete al mismo tiempo que pide tranquilidad porque "llevamos solo 5 jornadas y queda mucho por pelear".
Un factor diferencial en esta carrera por la fase de ascenso será el aliento de los aficionados. "Siendo solo 150 o 300, cuando la gente se une y canta se nota algo diferente. Te da un plus. Y se nota un montón porque ya estamos acostumbrados a jugar a puerta cerrada. Ojalá que haya cinco o seis mil personas y ojalá que sea pronto y podamos disfrutar todos juntos", remata el ídolo de la afición granate encantado de compartir este año protagonismo con su socio en la delantera, Charles.
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