Contraste en la cantera granate: el filial lucha por el ascenso; el juvenil, por la permanencia
Por Redacción
Situación dispar en las categorías inferiores del Pontevedra CF a la hora de afrontar el nuevo año. Las dos principales escuadras que deberían nutrir de jugadores al primer equipo en las próximas temporadas afrontan el tramo final de la competición con objetivos opuestos.
El Pontevedra B de Luismi está metido de lleno en la lucha por el ascenso a 3ª RFEF, pero el juvenil de División de Honor de Roberto Feáns tendrá que ofrecer su mejor versión para evitar el descenso.
En el ecuador de la primera fase de la competición se encuentra el filial granate, que después de haber disputado 12 partidos marcha en tercera posición con 21 puntos, a dos del líder Gran Peña.
Sin embargo, esta situación puede cambiar drásticamente porque sus perseguidores tienen partidos pendientes de jugar que, si ganan, provocarían la caída de los de Luismi hasta la sexta posición, que los dejaría fuera del grupo por el ascenso.
Es preciso recordar que el sistema de competición este año se divide en dos fases. El Pontevedra B está encuadrado dentro del subgrupo 2A, del grupo Sur de Preferente. Si consigue terminar esta primera fase entre los cinco primeros, pasará a disputar la fase de ascenso enfrentándose a los rivales del subgrupo 2B. En esta segunda fase, los dos mejores clasificados ascenderán directamente a 3ªRFEF. Además, en función de su posición final en la primera fase, comenzarán la segunda con 6, 4, 3, 2 o 1 punto en su casillero.
Aunque todavía no tienen asegurada su clasificación, parece que el Pontevedra B ya ha dejado atrás un bache que estuvo a punto de arruinar sus opciones de ascenso. Después de un inicio prometedor con seis jornadas sin perder, el filial granate encajó tres derrotas en cuatro partidos que lo apartó de la lucha por el liderato. Sin embargo, han cerrado el año con dos victorias consecutivas, una de ellas en la cancha del líder Gran Peña, que vuelve a disparar la ilusión por el ascenso.
Menos optimismo se respira en el vestuario del juvenil de División de Honor. Eran conscientes los de Roberto Feáns que este primer año en la élite del fútbol de formación nacional iba a ser complicado. Y no se equivocaban. Hasta 12 jornadas tuvieron que esperar para conseguir el primer triunfo de la temporada. Fue como locales frente al Bezana, al que asestaron un contundente 4-1.
A pesar de estos pobres números, una sola victoria en 16 jornadas, los granates tienen todavía opciones de pemanencia. Con ocho empates y siete derrotas en su casillero, los de Feáns cuentan con 11 puntos y marchan antepenúltimos, en el puesto décimo sexto.
La salvación la marca el Arenal, duodécimo con 16 puntos. Una distancia de 5 puntos que en el seno del vestuario granate están convencidos que pueden recortar para obrar el milagro de la perma
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