El subcampeón Oviedo derrota por la mínima al Ravachol en un nuevo partido en el exilio
Por Redacción
El Ravachol Pontevedra cedió una derrota este fin de semana en A Xunqueira en la visita del subcampeón de liga, el CB Oviedo, al que el equipo local plantó cara pero acabó derrotado por la mínima.
En otra jornada en la que el equipo lerezano no pudo jugar en su cancha habitual del CGTD, y ya van tres consecutivas, el partido comenzó con el duelo de dobles mixto que se decidió en el quinto set en favor de los locales. La dupla formada por Jacobo Fernández y Elena Fernández fue capaz de reponerse a un mal inicio, en el que perdieron los dos primeros sets, para ganar los tres últimos.
En cambio, en el dobles por género el conjunto visitante lograba voltear el partido con dos ajustadas victorias, sobre todo en el choque femenino, que se decidió en el quinto set.
En el primer duelo individual el Ravachol logró restablecer la igualada gracias al triunfo de Emilia Drouin. No pudo hacer lo mismo Manuel Brea, cuya derrota volvió a dar ventaja al cuado asturiano. En la ronda definitiva, Bland venció y restableció la igualada pero en el último partido, Jacobo Fernández no tuvo suerte, perdió su partido y los puntos volaron hacia Oviedo.
"Ha sido un encuentro espectacular a ojos del espectador, siete partidos de mucho nivel que podían caer para cualquier lado. Solo nos queda felicitar al Oviedo por la victoria y pensar en la próxima jornada", declaró el director deportivo del club, Jesús Pereiro, tras el partido.
Sin embargo, el mandatario quiso lanzar un mensaje sobre el exilio al que se está teniendo que enfrentar el equipo en este inicio de liga. "Las jornadas de liga están siendo especialmente duras, no solo por el nivel de juego de nuestros rivales, sino por la logística a la hora de organizarlo todo. En tres jornadas como locales, hemos jugado en tres pabellones diferentes, uno de ellos ni siquiera en la ciudad de Pontevedra", se quejó.
Además, este fin de semana la situación fue todavía más incómoda para el equipo porque "este mismo sábado, entramos en el pabellón a las 13.30 horas, ya que antes había un partido de balonmano, y en tiempo récord tuvimos que montar el pabellón para que a las 16.00, que es la hora de llegada de los árbitros, todo estuviese correctamente. Esto supuso que nuestros deportistas apenas pudieran comer y descansar con tranquilidad, mientras que nuestros rivales realizaron una sesión de entrenamiento matutino en el CGTD y luego pudieron comer y descansar antes de jugar. En este sentido, echamos en falta más apoyo para un equipo que está en la máxima categoría nacional de su deporte, y que, de continuar así, posiblemente tenga los días contados en la élite", remató Pereiro.