El Luceros asaltó, y de qué manera, el Pabellón Municipal, pasando por encima a un Teucro que se mostró impotente en la segunda mitad y acabó goleado por 31-37.
Comenzó el partido igualado con reparto de golpes en ambas porterías, hasta que el Teucro, aprovechando la exclusión de Manuel Barreiro, protagonizó la primera brecha para colocarse con una renta de tres tantos (6-3).
Fortaleció la defensa en Luceros pasando a un 5-1y los azules no encontraron la manera de atacar con fluidez y de superar la barrera de su rival. Por el contrario, el cuadro visitante pasó a mostrarse más cómodo sobre la cancha, dio la vuelta al marcador y obligó a Irene Vilaboa a parar el cronómetro (9-10).
Pero las palabras de la entrenadora local no funcionaron y el Luceros, con Gael Blanco y Miguel Pousa, se hizo con su mayor ventaja del encuentro (9-12). Reaccionó a tiempo el Teucro, que incluso llegó a cuperar la delantera, pero en los últimos instantes del primer tiempo el cuadro visitante dejó el marcador al descanso en 17-19.
Tras el paso por los vestuarios, el cuadro pontevedrés desapareció por completo, superado con facilidad en tareas defensivas y cometiendo pérdidas de balón en línea de ataque que se traducían en un gol en siete minutos frente a los cinco del Luceros que (18-24).
Se complicaba el partido para el Teucro y urgía una reacción, pero los de Cangas ya tenían el encuentro donde querían y solo tuvieron que seguir jugando como habían hecho hasta el momento (23-30).
Los de Lérez redujeron distancias por momentos, pero cuando parecía que la reacción estaba cerca, el Luceros pisaba de nuevo el acelerador para impedir la gesta rival. Llegó incluso el Teucro a colocarse a falta de cuatro minutos para la conclusión a tres goles del empate (30-33), pero fue un mero espejismo y entre Pousa y Gael Blanco se encargaron de poner la puntilla al partido y sentenciarlo con un contundente 31-37.
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