Como una ciudad creativa y moderna. Así quiere posicionarse Pontevedra. Lo lleva haciendo desde hace tiempo, apostando por recuperar el espacio público como espacio de convivencia pero ahora, según ha anunciado el alcalde, se quiere dar un paso más en esa dirección.
Lo hará impulsando un proyecto pionero que pretende convertir el antiguo conservatorio de música, situado en la calle Alfonso XIII, en un laboratorio de la creatividad, que sirva como "escaparate" de iniciativas públicas y privadas en torno al "ecosistema creativo pontevedrés".
Además, se establecerán sinergias con las diferentes titulaciones del campus universitario de Pontevedra, aprovechando su especialización como "Campus Crea", vinculado al arte, al diseño, a la creatividad, a la comunicación, a la salud o al deporte.
La nueva vida del histórico inmueble, que cuenta con una superficie útil de unos 1.500 metros cuadrados, supondrá su rehabilitación integral. En ella se prevén invertir 1,5 millones de euros, que el Concello quiere financiar en su mayor parte a través de fondos europeos.
El proyecto ha sido presentado al programa de impulso a la rehabilitación de edificios públicos (PIREP). En el caso de acceder a estos fondos, que financiarían el 60% de su coste como máximo, la obra deberá estar terminada antes de septiembre de 2024.
El Concello asumiría esta actuación con fondos propios si no se atiende su solicitud.
El antiguo conservatorio cambiará por completo, tanto exterior como interiormente, para "dar acubillo", según ha destacado Miguel Anxo Fernández Lores, a toda la corriente artística y creativa de la ciudad y hacerlo "no sentido máis amplo", incluso abriéndose a la gastronomía.
El sótano del edificio, que era donde estaba el viejo auditorio, pasará a ser una sala de audiovisuales y albergará las dependencias del Seminario Permanente de Jazz, mientras que la planta baja pasará a ser un espacio de "testeo" para iniciativas culturales.
Las dos primeras plantas se habilitarán para una aceleradora de economía social, una especie de "incubadora", ha detallado el alcalde, en la que emprendedores creativos puedan dar sus primeros pasos impulsando sus propios proyectos.
Las plantas tercera, cuarta y quinta serán espacios para desarrollar talleres que, en principio, estarán relacionados con la carpintería, la cerámica, el diseño industrial o los materiales textiles, aunque esta configuración podría modificarse en función de las necesidades.
Una residencia para creadores, con capacidad para una o dos personas, ocupará la sexta planta del conservatorio. La idea es que en ellos los artistas puedan impulsar proyectos temporales que ofrezcan cierta contraprestación a la propia ciudad.
El bajo cubierta del edificio, actualmente con tejado, se convertirá en una gran terraza al aire libre pensada para acoger todo tipo de presentaciones y actos culturales.
La rehabilitación del antiguo conservatorio, con un proyecto que firma el estudio pontevedrés Proyectopía, permitirá que el edificio tenga "moitísima máis luz", según ha destacado el arquitecto jefe municipal, Ángel Velando, corrigiendo su "estética discutible".
Incorporará al edificio los patios actuales y su fachada estará definida por estructuras que juegan con los volúmenes y con amplias cristaleras, a modo de "grandes escaparates", reforzando la filosofía con la que se actuará para rehabilitar este edificio.