El año 2021 empezó en Pontevedra con un pleno histórico. La corporación municipal decidía el 15 de febrero de ese año retirarle todos los honores al rey emérito Juan Carlos I.Una decisión que se traducía principalmente en retirar el nombre del monarca a la calle del barrio de A Parda que pasaria a llamarse Virxinia Pereira Renda.
El nuevo nombramiento fue recibido con júbilo entre los integrantes de los colectivos por la memoria histórica, que ven en la figura de Virxinia Pereira una mujer "relevante" que luchó hasta en el exilio por los derechos de Galicia.
El cambio se hizo efectivo el día 22 de abril en un acto público de sustitución de placas en la calle al que asistieron las principales figuras del BNG y representantes del gobierno local encabezados por el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores.
Sin embargo, hubo voces contrarias al cambio. El Partido Popular de Pontevedra y el edil no adscrito, el exconcejal de ciudadanos Gregorio Revenga, votaron en contra. A los juzgados llegó una reclamación de un particular que no prosperó y en la vía pública, días más tarde, fracasó un intento de protesta en la que solo participaron tres personas.
Más polémica fue todavía la decisión de mantener cerrada al tráfico rodado la calle Raíña Vitoria, una determinación tomada por el gobierno local con la excusa de dar más espacio para la entrada y salida de alumnos del IES Sänchez Cantón en plena pandemia pero que decidieron prolongar a pesar de que para el instituto ya no era necesaria. Finalizado el estado de alarma, el grupo popular pidió su reapertura, algo que el ejecutivo municipal rechazó.
En medio de una notoria división social, el Concello se mantuvo firme en su decisión de no abrir y anunció su intención de construir un skatepark en este emplazamiento.
En el plano judicial, el TSXG también dio la razón al Concello, desde donde aprovecharon para anunciar su intención de convertir el cierre en permanente después de publicar un informe de tráfico que habla de "melloras evidentes".
Estas novedades agitaron de nuevo los ánimos de las personas contrarias al cierre, que a finales de año protagonizaron masivas movilizaciones para exigir la reapertura de la vía. Incluso el candidato popular, Rafa Domínguez, prometió la reapertura si llega a ser alcalde.
La reestructuración de vías y la expansión del modelo de ciudad desde el centro a la periferia sigue marcando la hoja de ruta del gobierno local. A principios de año anunciaron un proyecto para humanizar la calle Rosalía de Castro, un plan revolucionario que se extiende desde el cruce con Manuel del Palacio hasta el barrio de Mollabao.
Una realidad es la reforma de la calle Loureiro Crespo, inaugurada a finales de noviembre tras varios meses de obras.
En cambio, un proyecto que parece que no verá la luz es el de humanozación de la calle Alemania, la arteria principal del barrio de Monte Porreiro. A comienzos de verano, el edil de Mobilidade, Demetrio Gómez, comunicó la intención del gobierno local de peatonalizar esta calle y construir una gran plaza central del tamaño de A Ferrería.
El anuncio se encontró con la frontal oposición de la asociación de vecinos, que convocó masivas manifestaciones contrarias a la peatonalización hasta forzar al Concello a dar marcha atrás.
En septiembre, una nueva comparecencia de Gómez sirvió para anunciar la paralización del proyecto por la oposición vecinal. Algo que tampoco sentó bien en el barrio, en el que siguieron las protestas para reclamar otras actuaciones que consideran urgentes.
La falta de entendimiento mantiene también en compás de espera otro de los grandes proyectos de movilidad en Pontevedra: la variante de Alba. El año comenzó con buena sintonía entre Concello y Xunta para hacer realidad una obra consensuada entre todas las partes implicadas.
Sin embargo, después de que Lores remitiese a Feijoo el plan definitivo para su aprobación, el proyecto quedó suspendido. Ya en el mes de septiembre salieron a la luz las discrepancias entre el gobierno local y la consellería de Infraestruturas que dirige Ethel Vázquez, quien puso como argumento la oposición vecinal para aparcar el asunto. Algo que no sentó nada bien en el seno del gabinete de Lores.
Los últimos sucesos, con camiones atascados bajo el viaducto de Alba, avivan de nuevo la necesidad de acometer esta obra que, en el 2022, seguirá dando que hablar.
Sí que hubo acuerdo entre Xunta y Concello para comenzar a hacer realidad una de las obras más demandadas de las últimas décadas. El 3 de mayo del 2021 se colocó la primera piedra del Gran Montecelo. Los trabajos avanzan a buen ritmo y el esqueleto del nuevo hospital comienza ya a ser visible. Las estimaciones apuntan a que será una realidad a principios del 2024.
Una obra ya inaugurada y muy aplaudida por toda la ciudadanía y colectivos sociales está relacionada con el parque forestal de A Fracha, que es la nueva meca de los amantes de la bicicleta de montaña. En septiembre del 2021 se inauguró un circuito de BTT plenamente integrado en un entorno forestal sostenible.