Familia, trabajo, vida personal y... campaña: los malabares para conciliar

Pontevedra
23 de mayo 2019

Miguel Anxo Fernández Lores, Ana Isabel Vázquez, Yoya Blanco, Herminia Dios, María Rey, Andrés Núñez Rajoy y Mar Moreira comparten con PontevedraViva cómo concilian durante la campaña electoral sus actos de partido, su trabajo, el cuidado de sus hijos y el necesario tiempo de ocio o descanso

Escena de conciliación en un colegio electoral de Pontevedra el 28 de abril
Escena de conciliación en un colegio electoral de Pontevedra el 28 de abril / Mónica Patxot

En pleno año 2019, la conciliación de la vida laboral con la familiar y personal sigue siendo una de las grandes asignaturas pendientes que tiene la sociedad. Si bien es evidente que las mujeres suelen ser las que más complicaciones encuentran para lograr compatibilizar todos los aspectos de su día a día, ningún colectivo social o género se escapa a las dificultades. Tampoco la clase política.

Para poner sobre la mesa el imprescindible debate sobre la necesidad de acometer cambios estructurales y sociales en este ámbito, PontevedraViva ha querido charlar con integrantes de las candidaturas de los principales partidos que se presentan a las elecciones municipales para que expongan sus realidades, cómo concilian en su día a día y cómo lo hacen en una época convulsa como una campaña electoral, en la que todos van contrarreloj y tienen que hacer todavía más malabares de los habituales para lograr atender todos sus aspectos vitales sin desatender sus obligaciones en sus partidos. 

Para equilibrismos, los deMaría Rey, concejala de Ciudadanos los últimos cuatro años y número 2 de la candidatura, La campaña le ha llegado en uno de los momentos del año con más carga laboral en la asesoría que posee en Pontevedra y debe compaginar decenas de declaraciones de la renta al día con el cuidado ella sola de sus tres hijos de 10 y 16 años y con los compromisos políticos. El resultado, una agenda en la que le cuesta encontrar huecos libres y hace que eche todavía más en falta la existencia de programas municipales de permitan conciliar y que, por ejemplo, las madres o padres puedan llevar a sus hijos a actividades municipales. 

En campaña, "es complicadísimo", de modo que ella apuesta por implicar a sus hijos, que sin necesidad de que se lo pida redoblan su participación en las tareas domésticas. "Mis hijos van educados en igualdad y en conciliación", explica, consciente de que "la conciliación hay que llevarla como bandera desde la cuna" y "no podemos quejarnos de que no hay igualdad si no educamos en igualdad".

Ella practica esa educación en valores feministas y en campaña está recogiendo sus frutos, aún a costa de que estos días disfruta menos de lo que desearía de ese "tiempo de calidad" con los pequeños que intenta aprovechar habitualmente. Además, aprovecha para reivindicar que la conciliación no solo es necesaria para tener tiempo para sus hijos, sino "en todos los ámbitos" y que para lograrla es necesaria la implicación "de la empresa, de la administración y de la sociedad en general". Ella, para lograrla apostó por crear su propia empresa y presume de que todos sus trabajadores "siempre han podido conciliar". "No podemos quitarles a los niños la infancia por estar trabajando y eso también es conciliar", añade.

Herminia Dios, número 6 de la lista de Marea Pontevedra; Yoya Blanco, número 2 del PSOE; o Mar Moreira, número 5 de Podemos-EU, también están llevando a sus hijos estos días a sus puestos de trabajo o a actos del partido para poder conciliar y encajar sus vidas personales en un día a día del que Herminia asegura que suele ser "cronometrado" y estas dos semanas, además, le hace afianzarse en la necesidad de que las mujeres que están en partidos políticos defiendan un "feminismo transversal" y que a nivel municipal se pongan en marcha "políticas de igualdad efectivas, que non sexan de propaganda" con "fondos públicos que axuden á conciliación". 

Herminia Dios se sabe con "sorte" porque su trabajo es como administrativa en el partido y "respectan os meus dereitos e non teño dificultades ou rixidez" para poder conciliar el cuidado de sus hijas de 20 meses y cinco años y de su madre de 82 y porque los comparte con su marido. Estas dos semanas él se ha tenido que implicar más y han tenido que confiar en personas de su familia, "delegar o coidado, non che queda outra". Aún así, en 20 días, este lunes pudo disfrutar de la primera tarde con sus hijas, aún teniendo que hacerlo mientras respondía al teléfono y con el ordenador delante. 

Emprender y crear su propio entorno laboral ha sido, para Yoya Blanco, la fórmula más efectiva para poder conciliar. Es abogada y tiene su propio despacho, de modo que, durante la campaña electoral, ha tenido la posibilidad de "reorganizar la agenda" y encargarse solo de "los asuntos más urgentes" para poder acudir a actos de partido. Aún así, ha tenido que delegar en su marido más de lo habitual para el cuidado de sus hijos de 4 y 7 años que normalmente comparten a partes iguales y no ha podido evitar tirar de abuelos y llevarlos a alguna actividad. 

Los esfuerzos forman parte de su día a día y tuvo que aprovechar momentos como la tarde del domingo para preparar un juicio al que tuvo que acudir el lunes, en plena campaña. En estos momentos es todavía más consciente de lo habitual de que, aunque no haya sido su caso, "la factura de la maternidad nos sigue pasando a nosotras" y de que las familias monoparentales lo tienen mucho más complicado.

No está resultando sencilla la campaña para Ana Isabel Vázquez, número 4 del PP. Embarazada de 26 semanas, a medida que avanza el día, el cansancio se va apoderando de ella, de modo que se ve obligada a ausentarse de más actos de los que le gustaría. Además, en su caso, sigue compatibilizando estas dos semanas de actos electorales con su trabajo como gerente de la Cidade da Cultura de Galicia, con el cuidado de su hijo de apenas un año y con el necesario descanso.

Su día a día ya de por sí ajetreado le obliga, para conciliar, a "buscar no tanto la cantidad de momentos que pasas con tu familia sino la calidad de los mismos", pero en estos días se está perdiendo instantes importantes como las cenas o los baños de su hijo. De forma habitual, lo consigue porque cuenta con la ayuda de sus padres y porque comparte la crianza con su marido.

La número 4 del PP reconoce que "las mujeres lo tiene más complicado" para conciliar, en especial durante el embarazo y la lactancia, pero esas dificultades nunca le han hecho plantearse renunciar a parte de su vida, pues "me gusta mi trabajo, lo disfruto y entiendo que si prescindo de esta parcela hay algo que falta en mi vida".

La conciliación no es solo necesaria para cuidar a los hijos, sino para garantizarse una vida personal plena y, en el caso de otros dos candidatos a las elecciones municipales de Pontevedra, encargarse de los nietos y lograr tiempo para seguir asumiendos sus obligaciones laborales y con sus parejas. Es el caso de Miguel Anxo Fernández Lores, alcalde de Pontevedra y número 1 del BNG para la reelección, y Andrés Núñez Rajoy, número 1 de Compromiso por Galicia (CxG).  PontevedraViva acompañó esta semana a los distintos candidatos para ver cómo conciliaban y, en el caso de ambos, pudo ver cómo se encargaban de la compra diaria. 

Fernández Lores tiene hijos ya mayores y tan sólo uno de ellos, de 26 años, vive en casa y comparte con su esposa las obligaciones del día a día. A él le toca la compra de productos no perecederos, que hace dos o tres días a la semana, y, en general, todo lo que tiene que ver con la cocina, desde recoger tras la comida a preparar determinados platos como cocidos o caldeiradas. Además, las tardes las aprovecha para pasar tiempo y disfrutar de los nietos, como siempre hizo con sus hijos, a los que siempre acompañó en sus competiciones deportivas, y para cuidar de su letra y de los cuatro cachorros de la camada de 14 tuvo hace semanas y que aún tiene en casa. Para ellos incluyó en la compra varios kilos de pienso .

Ese día a día no se detiene por la campaña, como tampoco la necesidad de cuidar el jardín o el necesario descanso. Intenta buscar tiempo y siempre comer y cenar en casa. Además de permitirle comer más sano, explica que "non durmo ben e necesito descansar un pouco pola tarde" y que estos días está teniendo trabajo muy temprano por la mañana porque siguen sus tareas como alcalde y muy tarde por la noche por actos del partido. La igualdad es, para él, imprescindible y es consciente de que hoy en día las personas jóvenes con hijos tienen muchas dificultades para conciliar.

Núñez Rajoy tampoco desatiende sus obligaciones durante la campaña y acude al supermercado a hacer la compra diaria. Sus cuatro hijos también son ya mayores y tanto él como su mujer trabajan -es funcionario en la Xunta de Galicia-, de modo que todas las tareas domésticas son compartidas. Además de la compra, él se encarga de la cocina, de coser y de todas las tareas de casa excepto tender la ropa. Planchar, por ejemplo es incluso una necesidad, pues destaca el "placer" de dormir con sábanas planchadas y de cuidar su colección de pajaritas y sombreros, que lleva coleccionando 35 años. 

Su conciliación también pasa por encargarse, siempre que su hijo y su nuera lo necesitan por trabajo, del cuidado de uno de sus dos nietos. De media dos tardes a la semana les toca el cuidado y no se detiene con la campaña. Tampoco la necesidad de encargarse de la huerta que tiene en una finca en la parroquia de Xeve, si bien estos días la tiene un poco descuidada. En su caso, no entendería la vida sin que su mujer y él compartiesen todo en igualdad de responsabilidades, "por principios e por ideais". "Para min, o feminismo é iso", concluye.

Con dos niños de 13 y 17 años, su trabajo en la agencia de viajes que posee en Pontevedra y sus obligaciones como candidata de Podemos, el día a día de Mar Moreira tampoco sería posible actualmente si no lo compartiese todo con su pareja. Durante la campaña, él se está encargando más de lo habitual del negocio y ella, para poder compatibilizar todo, se responsabiliza más de tareas del partido que pueda hacer por teléfono o por Internet, pues a los actos presenciales suele llegar siempre con el tiempo justo. 

"No es conciliación, son malabares", resumen y aprovecha para reivindicar más políticas públicas para facilitar esa conciliación, pues "Pontevedra está bien para vivir en el centro, pero las zonas limítrofes son vergonzosas" y a ella, por ejemplo, le vendría bien contar con transporte público para gestionar las actividades de sus hijos. Ahora, lo suple con sacrificios como abrir su negocio más tarde o que los niños pasen tiempo intermedio en su agencia de viajes. "Eso no es conciliar".