"Yo quiero que Pontevedra sea un referente. Que cuando piensen en calidad urbana o seguridad vial piensen en Pontevedra"

Pontevedra
31 de octubre 2015

En menos de un mes, Pontevedra recibirá un nuevo premio a su modelo urbano. Será en Hong Kong y supondrá el broche de oro a un año en el que la ciudad ha logrado situarse como referente internacional en materia de movilidad y accesibilidad. Para Miguel Anxo Fernández Lores es un "orgullo para todos os pontevedreses" porque, reitera, la ciudad ha cambiado "gracias al trabajo de todos"

Miguel Anxo Fernández Lores, alcalde de Pontevedra
Miguel Anxo Fernández Lores, alcalde de Pontevedra / Mónica Patxot

En menos de un mes, Pontevedra recibirá un nuevo premio a su modelo urbano. Será en Hong Kong y supondrá el broche de oro a un año en el que la ciudad ha logrado situarse como referente internacional en materia de movilidad y accesibilidad. Para Miguel Anxo Fernández Lores (Vilalonga, 1954) es un "orgullo para todos os pontevedreses" porque, reitera, la ciudad ha cambiado "gracias al trabajo de todos".

Pontevedra, señala, ha pasado a ser "más de los ciudadanos y menos de los vehículos", recuperando la mayor parte de los espacios públicos para los peatones, algo que ha permitido "mayor calidad urbana, una mayor seguridad viaria, menos contaminación, más dinamismo y más vida en la ciudad". Y tiene claro que, salvando las peculiaridades de cada ciudad, este modelo "absolutamente exportable para ciudades de tamaño medio e incluso mayores".

Echando la vista atrás hasta 1999, ¿cómo describiría la Pontevedra que se encontró el BNG?

Era una ciudad anodina. Compacta, con un gran patrimonio oculto e invadida totalmente por los coches, lo que impedía disfrutar de la ciudad en toda su extensión. Teníamos claro que había que tomar decisiones en ese sentido. Estaba muy elaborado el programa de recuperación del patrimonio, del espacio público, medioambiental... y tuvimos la suerte de que un par de años atrás se había hecho un estudio de tráfico.

Tenemos los datos. Por la Plaza de España pasaban 26.000 vehículos al día y por la circunvalación de la autopista, 24.000. Por Daniel de la Sota, Peregrina, Avenida de Vigo, Fray Juan de Navarrete y la Glorieta de Compostela, 28.000. Era un caos total. La N-550 entraba por el puente del Burgo y pasaba por todo el centro histórico. 7.000 coches al día cruzaban A Ferrería o la Peregrina para ir a Vigo. No tenía sentido.

El centro histórico fue, precisamente, el primer ámbito de actuación.

Cortamos el centro histórico en el primer mes. Sacamos un bando tras un gran debate social y al final decidimos eliminar el estacionamiento. Dimos tarjetas de residente y quitamos 500 coches que ocupaban el espacio público tapando escaparates, impidiendo que se pudiera limpiar, que pasaran los camiones de Bomberos… y tomamos otra decisión que fue dejar la carga y descarga todo el día para facilitar la actividad económica.

Por lo tanto hicimos tres cosas: peatonalizar la zona, cortar el tráfico de paso y eliminar aparcamientos en superficie, de forma que los coches que venían con expectativas de aparcar se dieron cuenta que no era posible. Fue un cambio muy radical pero permitió que la ciudad fuera más de los ciudadanos y menos de los vehículos, que hubiera menos contaminación. A partir de ahí, empezamos ya con la reforma urbana.

"Nada más llegar, hicimos tres cosas: peatonalizar el centro histórico, cortar el tráfico de paso y eliminar aparcamientos en superficie"

¿Por dónde se decidió empezar y por qué se eligió esa zona?

En el primer mandato hicimos un esfuerzo muy grande en la zona monumental. Coincidió también que se estaba desarrollando el Plan Urban, con el que reformamos el pazo de Mugartegui, la Casa das Campás y la casa de Sor Lucía. Hubo ciertas críticas por tanta inversión allí, pero fue inevitable destinar un esfuerzo importante. La gente cuando viene, visita la zona monumental y había que poner en valor el principal atractivo que tenemos.

Piensa que en el centro histórico, salvo algún trabajo puntual, no se había hecho nada. Nos encontramos unos servicios obsoletos, sin gas ciudad, ni banda larga… fue una inversión que en su mayor parte está debajo de las calles. Era necesario porque llevaban 50 o 60 años sin tocarse para nada. Se hizo con un criterio claro, poner a la vista de todo el mundo el gran patrimonio arquitectónico e histórico que tenemos, para mí uno de los mejores de Galicia.

Y poco a poco, se fue ampliando el área a tratar.

Hicimos una transformación de la ciudad sin que significara un gasto excesivo. Fue un cambio visible, valorado por todo el mundo. En definitiva, la idea general era recuperar la mayor parte del espacio público para el uso ciudadano, invertir prioridades: primero peatón, segundo bicicleta, luego transporte público y finalmente vehículo privado. Y eso es una inversión de tendencia que todavía está sin hacer en la mayor parte de las ciudades del mundo.

Soy de los que está convencido que es inevitable invertir la tendencia porque implica una mayor calidad urbana, una mayor seguridad viaria, menos contaminación, más dinamismo y más vida en una ciudad. Si haces eso, luego lo puedes aplicar a lo que quieras, hacer una ciudad educadora, una ciudad referente en accesibilidad, referente en seguridad vial, en calidad del aire, en calidad urbana, en reducción de ruido, en lo que quieras.

Y en todo este modelo, cómo se encajó la reordenación del tráfico?

Hay una parte muy importante que trato de explicar siempre. Nosotros estudiamos mucho las medidas a tomar a este respecto. Teníamos claro que había que quitar de la ciudad los tráficos innecesarios y dejar sólo los necesarios, demostrando que son pocos y perfectamente compatibles con la seguridad viaria, con la accesibilidad y con la calidad urbana.

Aplicamos otra medida que son los quince minutos para aparcamientos de servicios en prácticamente toda la ciudad y que están poniendo ya en sitios como Bélgica. No eliminamos bolsas de aparcamiento gratuitos y habilitamos estacionamientos disuasorios en todas las entradas. Gracias a todo ello, se puede entrar y salir de la ciudad con el coche con comodidad. Otra cosa es que quieras hacerlo por donde te dé la gana.

Un paso más fue la implantación de la zona 30 en toda la ciudad.

"A velocidad 30 no matas a nadie. La vida es lo más importante. Igual que los lombos salvan vidas, la velocidad también"

Ahí había un argumento básico, a velocidad 30 no matas a nadie. La vida es lo más importante. Igual que los lombos salvan vidas, la velocidad también. Luego hay contradicciones, en todos los estudios que hay hechos en ninguna ciudad que tenga un mínimo de tráfico en horas punta vas a más de 10 kilómetros hora, entonces ¿cómo te vas a quejar por ir a 30? El problema es cuando no es hora punta y la gente se piensa que los espacios urbanos son autopistas.

Poner velocidad máxima a 30 garantiza que no haya accidentes graves en tramos urbanos. Y es mentira que digan que no se puede entrar a la ciudad, se puede, y mejor de lo que se entraba antes. Vienes a Pontevedra y tienes todas las opciones posibles: para un recado tienes 15 minutos para estacionar, si necesitan más tiempo hay aparcamientos por poco más de un euro. ¿Qué vienes todo el día? Tienes estacionamientos gratuitos en varias zonas de la ciudad.

¿Cree que la ciudadanía comparte plenamente este modelo?

Creo que nos entendieron siempre. La ciudadanía percibe las cosas sin tantas complicaciones. La gente es inteligente y sabe lo que quiere. La oposición que hubo fue una oposición política, que la sigue habiendo, y de ciertos sectores que pensaron que les atacábamos sus privilegios como conductores. Estamos hablando de intereses individuales frente al colectivo. Si hubiera habido una oposición ciudadana fuerte no hubiéramos podido sacar adelante el modelo.

En las conferencias que damos yo siempre resalto eso. Hay que tomar una decisión política, tranquilos porque están bien vistas por la ciudadanía. Solo hay que tener valentía y romper las reticencias iniciales. Cuando peatonalizamos Daniel de la Sota y Peregrina, íbamos a dejar un carril de circulación. En las reuniones que mantuvimos, la gente pidió que se eliminara. Querían una medida más drástica de la que proponíamos. Así que vamos a seguir avanzando, no por chulería, sino porque hay una demanda social que dice que vamos en la línea correcta.

¿Y hay margen de mejora?

Todo es mejorable, indiscutiblemente, y nosotros siempre tratamos de mejorar. Hay cosas que se pueden matizar. Siempre dijimos que este proyecto era dinámico. Pero creemos que es un modelo absolutamente exportable para ciudades de tamaño medio e incluso mayores. Pontevedra está siendo un ejemplo para todo el mundo y así nos lo están reconociendo nacional e internacionalmente.

"Todo es mejorable, indiscutiblemente, y nosotros siempre tratamos de mejorar. Hay cosas que se pueden matizar. Siempre dijimos que este proyecto era dinámico"

Se está refiriendo a los premios al modelo urbano, ¿no?

Por supuesto. Los premios significan primero un reconocimiento para la propia ciudad, un orgullo para los pontevedreses, un incremento de la autoestima, porque es importante que seas consciente que vives en un lugar referente de alta calidad. Y luego la proyección exterior, que está siendo impresionante.

Vamos a estar en Roma, en Almagro, en Salamanca… Estuvimos en Zaragoza y en Gijón, vamos a ir a Soria, Segovia… en Madrid vamos a presentar un libro del modelo urbano que va a ser utilizado mayormente como experiencia para quien quiera, pero especialmente para Latinoamérica porque la Fundación Pons y la Universidad de Barcelona son las que están llevando el tema de movilidad en esa zona del planeta.

¿Hay alguno que destacaría por encima de otro?

Pues no. Son diferentes. El de Dubái, por ejemplo, fue por un modelo centrado en las personas. Nueva York premió la parte más de salud pública y estimular la parte física, también por ser una ciudad compacta de multiservicios. En el caso del que vamos a recoger en Hong Kong, está más relacionado con la salud pública y con la disminución de la contaminación que tenemos perfectamente detectada. E iremos a París a la Cumbre Mundial del Clima.

Estamos en boca de todo el mundo en cuanto a la mejora de seguridad vial, la accesibilidad, la recuperación de espacios urbanos... Esto quiere decir que estamos entrando en unos círculos muy importantes, con mucho nivel y eso tiene que darnos muchos retornos económicos porque somos un referente en el mundo.

Yo quiero ser ese referente. Es decir, que cuando pienses en calidad urbana pienses en Pontevedra, que cuando pienses en seguridad vial pienses en Pontevedra, que cuando pienses en ciudad de los niños pienses en Pontevedra… y por lo tanto que si vienes a Galicia tienes que venir a Pontevedra, si vienes a España tienes que venir a Pontevedra y si vienes a Europa también tienes que venir a Pontevedra. Cada vez más, somos visita obligada.