En solo cuatro días, en pleno mes de octubre, la ola de incendios arrasó 35.500 hectáreas en Galicia.
Si a este escalofriante dato se le suman las 12.600 devastadas por las llamas en lo que iba de año, el fuego ya ha destruido 48.100 hectáreas, según los datos ofrecidos por la Xunta, todavía provisionales porque el monte sigue ardiendo.
As Neves es el concello con más superficie quemada con más de 5.000 hectáreas. En la provincia de Pontevedra, le sigue Ponte Caldelas con 2.900 hectáreas devastadas, 2.000 hectáreas en Ponteareas, 1.500 en Caldas de Reis, Salceda de Caselas y Pazos de Borbén y 1.200 hectáreas en Salvaterra. En Cerdedo-Cotobade fueron 500 hectáreas.
Las pérdidas económicas se extienden al patrimonio particular al arder viviendas, construcciones, traídas de agua, ganado, cultivos, naves, negocios y maquinaria de trabajo.
A las 10.30 horas del jueves la Xunta informa que están "controlados" pero no extinguidos los incendios de Traspielas (Fornelos de Montes), Budiño (Salceda de Caselas), Parada (Nigrán), Pesqueiras (Salvaterra de Miño), Morgadáns (Gondomar), Padróns, Guillade e Guláns (Ponteareas), Ríofrio (Mondariz), As Neves, Petelos (Mos), Baíña (Baiona) e A Guarda.