2019 comenzará con obras en Lepanto: su reforma integral, en marcha

Pontevedra
13 de noviembre 2018

La reforma integral de la calle Lepanto ya tiene fecha. El Concello prevé que las obras comiencen el próximo mes de enero. Salen a licitación por un coste de 256.505 euros y las obras tendrán un plazo de ejecución de cuatro meses

Calle Lepanto, Pontevedra
Calle Lepanto, Pontevedra / Mónica Patxot

La reforma integral de la calle Lepanto ya tiene fecha. El Concello prevé que las obras comiencen el próximo mes de enero. Salen a licitación por un coste de 256.505 euros y las obras tendrán un plazo de ejecución de cuatro meses.

El portavoz del gobierno municipal, Raimundo González, ha explicado que las empresas interesadas en ejecutar esta obra tendrán veinte días naturales para presentar sus ofertas.

Lepanto pasará a ser una calle con plataforma única y sin las plazas de aparcamiento. Se instalará pavimento de adoquín confinado en bandas de hormigón, un aspecto similar al que tiene la Plaza de España o el tramo peatonalizado en Benito Corbal.

La actuación prevista incluye, en el tramo más próximo a Benito Corbal, la creación de una pequeña plaza que aprovechará el espacio existente al lado de la antigua delegación de la Xunta de Galicia.  En este nuevo espacio, se colocarán tres bancos de color granate y se plantarán varios árboles. Habrá, además, un aparcamiento para bicicletas.

Además, aprovechando esta reforma también se renovarán todos los servicios de saneamiento, aguas pluviales y fecales y abastecimiento. Se reforzará la iluminación en toda la calle, que ya cuenta con tecnología LED, y se añadirán nuevos puntos de luz en la plaza de nueva creación. 

En total, el ámbito de actuación será de 1.351 metros cuadrados.

Como mejoras, las empresas licitantes podrán ofertar la renovación de ocho puntos de luz, que tendrían un aspecto diferente al actual; y la pavimentación del cruce con San Antoniño.

Las obras se ejecutarán simultáneamente con la reforma de Benito Corbal, entre la Plaza del Hospital y Sagasta. Se busca así, según el Concello, minimizar las molestias a los vecinos y a los comerciantes del barrio, al evitar tener cortada la zona durante más tiempo.