A Comisaría tras deambular en calzoncillos por Michelena y hacerse el loco

Pontevedra
23 de octubre 2012

Se cruzó con una patrulla policial en plena tarde y tenía la mirada perdida. Cuando los agentes le hicieron preguntas no profirió ninguna palabra. Acabó detenido porque estaba reclamado por un Juzgado de Salamanca

Un hombre sorprendido por la Policía Local mientras deambulaba en calzoncillos por la calle Michelena a plena luz del día acabó detenido en la Comisaría Provincial. Su arrestro no tuvo nada que ver con su comportamiento, sino porque estaba reclamado por un juzgado como autor de un delito.

La Policía Local le localizó alrededor de las 18.30 horas de la tarde deambulando desorientado. Se cruzó con una patrulla policial y tenía la mirada perdida. Además, cuando los agentes empezaron a hacerle preguntas no profirió ninguna palabra

Ante la sospecha de que pudiese encontrarse mal de salud, tener algún problema o encontrarse desaparecido o perdido de su domicilio, los agentes le trasladaron a la Comisaría Provincial. Una vez allí, se pudo comprobar que no estaba desorientado ni necesitaba asistencia médica, sino que había adoptado este comportamiento para evitar su detención. 

Una vez que se comprobó su identidad, la Policía Nacional descubrió que se trata de una persona que tenía en vigor una órden de búsqueda, detención y personación dictada por el Juzgado de lo Penal número 2 de Salamanca por un delito cometido en aquella localidad. 

El equipo médico de una ambulancia concluyo que se encontraba bien de salud

Hasta lograr comprobar quien era, los agentes locales y nacionales tuvieron que realizar varias gestiones. En primer lugar, los policías solicitaron la presencia en la Comisaría de una ambulancia para que le reconociesen

Una vez que le realizaron una exploración, el personal médico de la ambulancia concluyó que el hombre no requería un ingreso psiquiátrico ni tratamiento médico, que estaba en perfecto estado de salud. 

Comprobada esta circunstancia, los agentes siguieron interrogándole para solicitarle que le facilitase su identidad, pero el hombre se negó en todo momento a dar sus datos, adoptó una actitud de mutismo. 

La Policía Científica descubrió finalmente su filiación a través de las huellas dactilares. Así averiguaron que no estaba enfermo ni desaparecido, sino poco interesado en no ser descubierto por las Fuerzas de Seguridad, al tener en vigor una orden de detención.