La sección segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra juzgará el próximo martes 11 de enero a un hombre de la comarca de Caldas acusado de intentar agredir sexualmente a la sobrina de su pareja, de exhibirse delante de las dos hijas de la mujer y de abusar de una de ellas. Todas sus víctimas son menores, de 9, 12 y 14 años.
El acusado tiene un antecedente penal cancelable por un delito de abuso sexual de menor de 13 años o víctima vulnerable y de utilización de menores o personas discapacitadas con fines pornográficos derivado de una sentencia dictada por un tribunal suizo en 2005.
Los hechos que se juzgarán en la Audiencia ocurrieron en día sin concretar entre 2016 y 2019
En el caso de la primera de las víctimas, que en aquel momento tenía 9 años, se quedó a dormir en marzo de 2019 en el domicilio de su tía, en el que también vivían sus primas, de 12 y 14 años, y la actual pareja de hecho o compañero sentimental de ella, el ahora acusado.
Durante esa noche, aprovechando que sus primas habían salido a la estación de servicio cercana a comprar chucherías y productos de alimentación para cenar y que su tía no estaba en la casa, el acusado llamó a la víctima a su habitación. Cuando llegó, se lo encontró desnudo y con el pene ya erecto.
En ese momento, según la Fiscalía, le indicó a la menor que se quitase la ropa y que se metiese con él en la cama de su cuarto. Ante la negativa de la menor, la agarró por los brazos y la tiró encima de la cama. En un momento dado, la niña le golpeó en sus partes íntimas, él se echó un poco hacia atrás y, una vez libre, ella pudo huir de la vivienda.
Mientras la niña se escapaba de la vivienda y del acoso del ahora acusado, este le gritaba "más te vale que no cuentes nada de esto porque si no voy a matar a tu madre y la segunda va a ser F", en alusión a su prima de 12 años. Una vez fuera de la vivienda, la niña se dirigió a la estación de servicio dónde estaban sus primas.
El procesado también está acusado de otros dos delitos sobre las dos hijas de su pareja, que ocurrió un día entre que empezó a vivir con la madre en 2016 y finales de 2019.
Según relata la Fiscalía, el hombre se paseaba completamente desnudo o desnudo de la cintura para abajo en presencia de las menores con una frecuencia casi diaria o al menos semanal, entraba en el baño desnudo cuando ellas se estaban bañando y con relativa frecuencia se metía en la cama de la mayor de ellas totalmente desnudo.
También con una frecuencia mensual o a veces semanal el investigado le tocaba los pechos y el trasero a esta niña, al tiempo que le indicaba que sólo se trataba de un juego.
El acusado, que tiene desde su detención por estos hechos, una orden de alejamiento que le impide acercarse a sus víctimas, se enfrenta a ocho años y nueve meses de prisión como autor de un delito de agresión sexual a menor en grado de tentativa, un delito continuado de abusos sexuales a menor y un delito continuado de exhibicionismo y provocación sexual. Los dos primeros delitos están agravados por haberse prevalido el acusado de una relación de superioridad o de parentesco.
Además, la Fiscalía pide que se le impongan una pena de alejamiento o de prohibición de aproximarse a una distancia inferior a 300 de las tres víctimas o de comunicarse con ellas por cualquier medio, ya sea verbal, escrito, postal, telefónico, telegráfico, telemático durante 8 años en el caso de la sobrina de su pareja y 7 años en el caso de las hijas.
El fiscal pide también para el acusado la medida de libertad vigilada por un período de 9, que implica que, además, de no poder acercarse a las niñas y a sus madres, también se le prohíba desarrollar actividades u oficios en los que intervengan menores de edad y se le obligue a participar en programas o talleres de educación sexual.
También deberá indemnizar a la víctima menor con 2.800 euros por el daño moral y con 1.200 a cada una de las otras dos menores.