Las medidas de confinamiento y aislamiento social y la situación general de emergencia sanitaria que están viviendo el conjunto de la población por el avance del coronavirus afectan de forma inevitable al estado de ánimo y bienestar y estabilidad psicológicos. Para intentar entender qué nos pasa y saber cómo intentar afrontar la situación, la psicóloga pontevedresa Julita Touriño Araújo aporta pequeñas pautas y consejos que pueden ayudar a sobrellevarla lo mejor posible.
Desde su experiencia en un gabinete de psicología en Pontevedra y como integrante de la Comisión Coordinadora del Grupo de Intervención Psicológica en Catástrofes y Emergencias (GIPCE) del Colegio Oficial de Psicología de Galicia, Julita Touriño insiste en que, de alguna manera, hay que tener en cuenta que "sentir todas las emociones que estamos sintiendo, temor, angustia, rabia… es normal, natural" y también lo es tener cierto grado de temor.
A la vista de estas circunstancias, el primer consejo que da para afrontar esta situación es que es necesario "buscar formas de canalizar estas emociones". "Son normales, pero eso o significa que no tengamos mecanismos para canalizar esas emociones. Si me siento enfadada con algo, tengo que buscar la forma de canalizar ese enfado", explica, y recomienda actuar al respecto: "tenemos que ir manejándolo poco a poco, ir haciendo cosas que nos ayuden a adaptarnos día a día".
EN EL DÍA A DÍA EN CASA: LAS RUTINAS
Julita Touriño insiste en que "las rutinas nos ayudan". Al igual que antes del confinamiento teníamos rutinas fuera de casa, "ahora tenemos que establecer rutinas dentro de casa". Así, aconseja establecernos nuestros propios horarios para el teletrabajo, no saltarnos ninguna comida ni sus horarios habituales, mantener hábitos de ejercicio y mantenernos activos a nivel personal y social, "mantenernos en contacto con familiares y amigos".
Por norma general, todo consiste en seguir haciendo cosas que "de alguna manera nos ayuden a entender que esto es algo que está fuera de lo habitual, pero eso no significa que no tengamos capacidades para poder adaptarnos".
CÓMO ACTUAR CON LOS NIÑOS: EVITAR LA SOBREINFORMACIÓN
A la hora de hablar del impacto emocional del confinamiento, muchas veces se deja a un lado a la población más joven, menores en edad escolar o preescolar a los que la vida le ha cambiado por completa desde que, ya antes de activarse el estado de alarma, se suspendieron las clases. Sobre su situación, Julita Touriño sostiene que "hay que tener en cuenta que ellos también están sobreinformados, como nosotros".
"Tenemos que hacer lo posible por darles información adaptada a su edad, que puedan entender, y toda esa sobreinformación dejarla de lado". Este consejo también lo aplica para los adultos: "Deberíamos estar informados, pero no sobreinformados, conectarnos con los medios de información a una hora determinada, por la mañana, a mediodía o por la noche, para mantener esa información actualizada, pero no estar todo el tiempo conectados porque eso alimenta nuestro temor, nuestra angustia, nuestra inquietud. Son novas muy duras de manejar y eso alimenta nuestro malestar".
LA EDAD ESCOLAR SIN ESCUELA: MANTENER HORARIOS
De cara a ese confinamiento con niños, el principal consejo es "establecer horarios", mantener esas rutinas que les da el colegio, "intentar, en la medida de lo posible, que continúen con esa actividad escolar que se interrumpió por esa situación".
Así, se trata de marcar horas para el estudio de cada materia y también para el descanso, a modo de recreo, y también de no alterar, por ejemplo, las horas de sueño, "si se acostaban a las nueve, a las nueve hay que acostarlos ahora, un poco flexibles, pero mantener las horas de sueño, el ejercicio, los hábitos de alimentación, cosas que van a ayudar a mantener la salud física y mental".
La idea es "mantener un horario más o menos parecido al que tenían antes del confinamiento" porque "a medida que vamos estableciendo rutinas, lo que vamos a establecer es seguridad, tranquilidad, que es el objetivo final, seguir haciendo nuestro día a día, adaptándolo a nuestra situación actual".
En ese día a día debe haber, por las tardes, "espacios para compartir, cosas que antes no hacíamos, como jugar con ellos por falta de tiempo", también jugar a algo en familia, a un juego grupal porque "son cosas que divierten y el humor y la diversión son elementos geniales para desestresar, para ayudar a la tranquilidad, a la calma, para descomprimir toda la presión que cae dentro de las casas".
ANTE LOS FALLECIMIENTOS: EL DIFÍCIL DUELO SIN DESPEDIDA
El aumento de los fallecimientos y las restricciones que se están dando para la celebración de velatorios y entierros implica que a la dificultad de asimilar una pérdida se sume la imposibilidad de un proceso de duelo normal. Según explica esta psicóloga "estas circunstancias de no tener ese espacio para poder despedirse personalmente, va a hacer que la situación de duelo se pueda llegar a complicar un poco".
El índice alto de contagios implica "evitar que las personas se puedan despedir de modo adecuado de sus personas queridas". ¿Qué se puede hacer? Julita Touriño recomienda "buscar canales o vías diferentes de despedida", tales como "cartas de despedida explicando las sensaciones, pensamientos, sentimientos…". "La carta va a ser para expresarnos nosotros, para hacer ese inicio de despedida de esa manera porque no tenemos otro canal".
AISLADO EN SOLEDAD: FOMENTAR LAS REDES SOCIALES
Para aquellas personas a las que el estado de alarma les ha llegado solos en casa también hay pautas específicas en las que la rutina es muy importante y, sobre todo, "mantenerte conectado con el exterior". "Ahora mismo las redes sociales nos ayudan, tiene ese factor de conexión con el otro, es bueno utilizarlas para mantenernos conectados con personas con las que, por ejemplo, por falta de tiempo, llevamos tiempo sin hablar".
"Es el momento de restablecer esa red social que hemos perdido, es una oportunidad. Y también mantenerse conectados con nuestros seres queridos. Es la manera de sobrellevar la soledad desde casa", explica esta psicóloga, que añade que también se abre una oportunidad de "establecer conexión con los vecinos, con los que a veces solo nos decimos hola y adiós".
POSIBILIDADES DE CAER EN DEPRESIÓN O ANSIEDAD
Julita Touriño reconoce que "la situación de aislamiento y de confinamiento puede dar lugar a que ocurran (cuadros de ansiedad o depresión), sobre todo, porque si se alarma implica una mayor incertidumbre. Las personas manejamos muy mal el tema de no saber qué va a ocurrir".
En caso de que aparezcan esos cuadros de ansiedad o depresión, "hay que entender que son reacciones normales", que "es normal sentirse angustiado, con síntomas de desesperanza, de malestar". Al respecto, explica que "la forma cómo nos enfrentemos a todo es lo que va a ayudarnos a adaptarnos a esta situación y eso puede dera lugar a que no sea posible adaptarnos, por la propia reacción personal". Si una persona se encuentra en esa situación, lo importante es pedir ayuda, "bien comentando a alguien cercano, o una derivación profesional".
Los profesionales de la Psicología siguen realizando atención a sus pacientes por videoconferencia o vía telefónica o correo electrónico y, a través del Colegio, se presta también atención en caso necesario.