Los furtivos no descansan. Dos hombres, que ya habían sido sorprendidos con almeja extraída de manera ilegal de la ría de Pontevedra, han vuelto a ser interceptados por las autoridades. En esta ocasión llevaban con ellos más de 56 kilos de almejas.
Los dos furtivos, según ha informado la Policía Autonómica, circulaban en un vehículo por la Avenida de Marín cuando los agentes les dieron el alto. Ante esta situación, lanzaron un saco de red y un capacho a la zona bajo la pasarela por donde pasa la carretera.
Después de hacer las comprobaciones, los agentes detectaron que los investigados transportaban algo más de 56 kilos de almeja, por lo que requirieron la presencia de los guardapescas de la cofradía de pescadores de San Andrés de Lourizán a quién hicieron entrega del marisco decomisado.
Los dos varones investigados ya habían sido interceptados este verano en el muelle de Corbaceiras, cuando transportaban almeja extraída de forma ilegal.
Iban con diversos útiles, entre ellos un traje de neopreno y equipo de respiración, una embarcación neumática con su motor fueraborda y más de 53 kilos de almeja.
Ante estas circunstancias, y motivado por la reincidencia en la práctica furtiva y que carecen de permiso o autorización para el marisqueo, la Policía Autonómica ha iniciado diligencias contra estos dos hombres que deberán prestar declaración como investigados no detenidos como presuntos autores de un delito contra la flora y la fauna.