Miguel Ángel G. M. se ha confesado autor de la muerte a puñaladas de otro hombre con el que, en enero de 2021, era su compañero en un hostal de Mondariz.
Este lunes ha arrancado el juicio con jurado en la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra. La Fiscalía acusa a Miguel Ángel de un delito de asesinato, y pide que se le aplique la atenuante de alteración psíquica, solicitando que sea condenado a 17 años de cárcel y que se le prohíba acercarse o comunicarse con los parientes de la víctima por un período de 23 años. También pide que indemnice a los familiares del fallecido.
Los trámites para seleccionar a los miembros del tribunal popular han ocupado toda la mañana de este lunes y una vez constituido se inició la vista oral con la declaración del acusado que, atendiendo a las preguntas de la magistrada presidenta de la Sala reconoció ser el autor de los hechos y se acogió a su derecho a no declarar.
A continuación, la magistrada ha decidido suspender la sesión para así comenzar mañana martes 14 con toda la declaración de los testigos y la práctica de las pruebas periciales.
La previsión de las partes era que el jueves 16 a se pueda iniciar la deliberación del jurado.
Según se recoge en el escrito de acusación de la Fiscalía, los hechos que se van a juzgar de los que el acusado se confiesa autor ocurrieron en enero de 2021. En esos momentos, acusado y víctima eran los únicos huéspedes de un hostal en Mondariz, y mantenían una mala relación de vecindad porque el acusado ponía música a gran volumen de madrugada, daba golpes en la pared y pedía con frecuencia tabaco a su compañero.
La víctima, que llevaba 17 años viviendo en ese establecimiento, trasladó a la propietaria del negocio sus quejas por la actuación del acusado y éste, al enterarse, le dijo al otro huésped que lo había "jodido" y que lo iba a "pasar por la piedra".
La Fiscalía sostiene que, entre la tarde del 17 de enero (cuando la víctima fue visto con vida por última vez) y la noche del 22 de enero (cuando fue localizado su cadáver), el acusado lo apuñaló entre 80 y 90 veces hasta matarlo con un cuchillo de cocina que había comprado días antes en un bazar de Ponteareas.
El procesado fue diagnosticado hace años de psicosis esquizofrénica paranoide y estuvo hospitalizado en varias ocasiones. Asimismo, consta que no tiene una buena adherencia al tratamiento que debe recibir de modo crónico.