En este 2017 se conmemora el centenario de la muerte del jesuita Baltasar Merino, reconocido por la intensa labor de catalogación de la flora de Galicia que realizó a lo largo de toda su vida.
"Calculamos que pudo haber recogido sobre 16.000 pliegos", destaca el jefe del Departamento de Ecosistemas Forestales del Centro de Investigaciones Forestales de Lourizán, Francisco Javier Silva Pando, quien recuerda que "hasta hace casi de 30 años, la flora descriptiva e ilustrada de Merino seguía siendo la referencia en Galicia" para aquellos y aquellas que querían ahondar en la riqueza botánica de Galicia.
En el Diario de la Universidad de Vigo, Silva Pando, el responsable de la conservación de uno de los cuatro herbarios que se conservan del Padre Merino, que reúne en Lourizán cerca de 12.000 pliegos, puso en valor el trabajo realizado por el jesuita "que recorrió Galicia sólo, en una época que viajar no era tan sencillo" con el propósito de llevar adelante una obra documental que comenzó a comienzos de la década de 1880 y que lo llevó tanto a describir en esos pliegos tanto "diferentes formas y subformas" de una misma especie, como a documentar las características de diferentes géneros y especies de plantas.
Bajo la dirección de Silva Pando el investigador Rubén Pendiente Pérez viene desarrollando para su tesis de doctorado por la Universidad de Santiago, una comparación de los pliegos de Merino con las descripción de especies depositadas en el herbario de Lourizán.
"Antiguamente era más difuso, pero hoy cuando describes una planta tienes que designarle un tipo que tenga el respaldo de un pliego depositado en un herbario público. Aquí en Lourizán tenemos más de 700 tipos y muchos se corresponden con las especies que en su día describió Meriino", añade este investigador.