Con los únicos votos a favor de los miembros del gobierno municipal, el pleno de Sanxenxo ha aprobado las subidas fiscales previstas, la del IBI al 0,48%, y la conocida como la viñeta, el impuesto de circulación. La oposición, compuesta por PSOE y BNG, votó en contra.
En el pleno, que comenzó con un minuto de silencio por el fallecimiento del concejal socialista, Antonio Cacabelos, la edil de Hacienda, Paula Martínez, expuso los motivos que llevan al gobierno a la actualización "moderada" del IBI, el garantizar los servicios públicos.
La subida supondrá un incremento de entre 8 y 20 euros anuales para el 50% de las familias y entre 21 y 50 euros para el 26%, que no situará a Sanxenxo entre los concellos con el IBI más alto, sino en el puesto 25 "y eso si ningún otro lo sube”, según Martínez.
Esta necesidad de obtener mayores ingresos, ha sostenido la concejala del PP, se debe al incremento significativo de servicios como el SAF, el centro de día, el alumbrado público, la piscina municipal, la escuela de música o los socorristas de las playas.
"Hemos decidido concentrar la subida en el impuesto más progresivo para que a las familias con menos renta les afecte menos el incremento", ha añadido, defendiendo que el 76% de familias solo aportan el 30% de los ingresos del IBI.
Con respecto al impuesto de circulación, los que tienen vehículos con entre 8 y 11,99 caballos fiscales verán incrementado el recibo en diez euros al año, pasando de 40 a 50 euros; y los de entre 12 y 15,99 caballos fiscales sufrirán una subida de 21 euros anuales, pasando de 105 a 143.
El portavoz del BNG, Fran Leiro, ha subrayado que en el pleno"volveron quedar patentes as mentiras e as consecuencias das políticas especulativas e de cemento do señor Telmo Martín" y ha asegurado que el proceder del PP "é unha falta de respecto para toda a veciñanza".
"Non poden pretender facer crer á cidadanía que se dan conta agora do necesario desa suba, cando apenas hai tres meses anunciaban en campaña electoral que ían baixar impostos", ha reprochado el edil nacionalista, que ha censurado también la subida de salarios en el gobierno municipal.
Esta medida, según el BNG, es es consecuencia del "catastrazo" aplicado por el PP en 2014, que tuvo como consecuencia el incremento de los valores catastrales de todos los bienes inmuebles, lo que Leiro vinculó con la "pésima xestión" del gobierno municipal.