Detrás del naufragio del Villa de Pitanxo hubo una concatenación de circunstancias fatales. Las fuertes vientos y olas de varios metros registrados en la madrugada del martes 15 de febrero en Terranova fueron cruciales, pero también un fallo mecánico.
En concreto, una "repentina parada del motor principal durante la maniobra de virada del aparejo que dejó el buque a merced del fuerte temporal.
Así lo ha dado a conocer este lunes la armadora del buque, Pesquerías Nores, a través de un comunicado tras mantener la primera reunión con todas las familias de los tripulantes fallecidos y desaparecidos en la sede de la Autoridad Portuaria de Marín y Ría de Pontevedra.
La armadora les explicó también los detalles que saben del accidente según ha trasladado a la empresa el patrón del buque, Juan Padín, tras llegar a tierra en Canadá una vez rescatado.
Según los detalles que les trasladó el patrón, esa repentina parada del motor principal "dejó el barco sin propulsión ni gobierno" y "expuesto al viento y las olas", sufriendo "golpes de mar que lo escoraron y hundieron de forma muy rápida".
La empresa armadora explicó a las familias todas las circunstancias de las repatriaciones y, además, les mostró su "apoyo y total disposición" para impulsar, como ya se ha venido haciendo, "que las tareas de rastreo se reanuden cuanto antes" y para averiguar las posibles causas del trágico accidente.
Esta es la primera vez que la armadora se pronuncia públicamente sobre la reanudación de las tareas de búsqueda en aguas de Terranova.
Se suma, de esta forma, a la petición que realizan las familias desde que el miércoles, tres 36 horas de rastreo, Canadá decidió interrumpir el operativo de rescate. Se trata de un compromiso adquirido con las familias.