Tres vecinos de la zona de Poio protagonizaron en la noche del pasado sábado 28 de abril una llamativa fuga de la Guardia Civil cuando iban en un vehículo en el que llevaban 25 kilos de almeja fruto de furtivismo. Los tres acabaron investigados como presuntos autores de varios delitos e infracciones administrativas: atentado a la autoridad, delito contra la seguridad vial y furtivismo.
Todo ocurrió sobre las 23.50 horas. Una patrulla del servicio fiscal y de fronteras de la Guardia Civil de Marín que se encontraba en la zona de Lourido, en Poio, observó un vehículo que le pareció sospechoso y los agentes le dieron el alto, pero el coche se escapó.
Empezó en ese momento una fuga en la que la Guardia Civil le dio señales acústicas y luminosas para pedirle que se detuviesen, pero ellos las desoyeron. Durante la persecución, en un momento dado, el vehículo que estaba a la fuga realizó un movimiento brusco e impactó contra el coche oficial, echándolo de la calzada.
A pesar del impacto, no se detuvo la persecución, que terminó porque finalmente al vehículo le reventaron dos neumáticos y se vio obligado a detenerse. En ese momento, según el relato realizado por la Guardia Civil, tres personas salieron del coche y siguieron la fuga a pie.
Los agentes lograron alcanzar a dos de los individuos, pero el conductor logró escaparse corriendo. Está identificado, pero de momento no lograron identificarlo. En todo caso, está investigado como los otros dos individuos a los que sí dieron el alto.
Los agentes realizaron un registro en el vehículo con el que se habían fugado y encontraron 25 kilos de almeja extraída ilegalmente, de modo que se le atribuye una infracción por furtivismo. Fuentes consultadas apuntan que los tres individuos podrían realizar este tipo de actividades ilegales para sufragar el consumo habitual de drogas.
Además, a los tres se les atribuye un delito de atentado a agente de la autoridad y otro contra la seguridad vial por conducción temeraria.