Arón fue rescatado por los responsables del Centro de Acogida de Animales Abandonados de Armenteira (CAAN) en la madrugada del 3 de agosto en un acantilado junto al paseo de la Salina, en el Concello de Marín. Estaba en un "estado gravísimo" y fue hospitalizado durante 14 días, en los que recibió tratamiento veterinario. A pesar de los esfuerzos de los especialistas, el perro falleció.
Segundo informa CAAN, tenía serios problemas de salud y finalmente falleció a causa de una recaída de la enfermedad del hígado que padecía. Había sido localizado en un balcón del propio acantilado, atado con una cuerda de unos tres metros junto a dos comederos (uno con agua y otro con restos de comida).
Su presencia fue denunciada por unos particulares al Centro de Atención de Emergencias de Galicia 112 y los operarios de Protección Civil de Marín pusieron el hecho en conocimiento del centro de Armenteira, que precisó de la colaboración de Protección Civil de Marín y Moaña, que aportaron unas cuerdas y una escalerilla para poder rescatarlo.
El centro tramitó 25 denuncias por malos tratos o abandono de animales en 16 meses
El CAAN, dependiente de la Deputación de Pontevedra, pone a Arón como ejemplo de la 'cruz' del abandono de animales. Como 'cara' hablan de Roble (o Tiburcio), que llegó al centro después de ser rescatado de las calles de Mos, por las que vagaba desorientado y con el riesgo de sufrir un atropello o enfermar por falta de comida y cuidados.
Sus propietarios, de Gondomar, pasaron semanas buscándolo y el 14 de agosto pudieron reencontrarse con él en el CAAN. Otros 200 propietarios encontraron sus mascotas perdidas a través del centro. Frente a esta visión positiva, en sus 16 meses de funcionamiento se tramitaron 25 denuncias por malos tratos o abandono animales.
Para poner freno, el centro trabaja ya en una nueva campaña de concienciación para llamar a una tenencia responsable de los animales y evitar situaciones de crueldad.