La presidenta y el vicepresidente de la Deputación de Pontevedra, Carmela Silva y César Mosquera, han presentado este jueves una cartografía de los incendios forestales en la provincia elaborada por un panel de expertos de la Escuela de Ingeniería Forestal de la Universidad de Vigo. Este documento base, fruto de tres meses de trabajo, es un primer paso en la redacción del plan de integral de prevención de incendios encargado por la administración provincial.
La profesora de la Escuela de Ingeniería Forestal, Julia Armesto, y la graduada, Laura Alonso, elaboraron esta cartografía a partir de las fotografías aéreas que aportan los satélites Sentinel, del programa de la Agencia Espacial Europea Copernicus.
Este trabajo permitirá realizar simulaciones de cómo podría comportarse un fuego en función de diferentes episodios climatológicos. El director de este centro del campus pontevedrés y coordinador de este proyecto, Juan Picos ha explicado que tras exportar estas fotografías en una herramienta de Google Earth han obtenido "unha interface moi cómoda para poder traballar no campo", que permite analizar con una gran escala de detalle lo que ocurrió con un determinado incendio, como afectó a núcleos urbanos, qué áreas de vegetación se vieron más o menos afectadas, es decir, "entender os patróns do lume".
En esta presentación de la cartografía también intervinieron Eduard Plana, investigador del Centre Tecnològic Forestal de Catalunya; y el coordinador del Máster en Incendios Forestales de la Universitat de Lleida, Domingo Modina, dos de los expertos participantes en este proyecto y que, a partir de esta cartografía, realizaron en los últimos días diferentes salidas de campo para evaluar los efectos de los fuegos de 2017.
Picos incidió en que "estamos a tentar resolver problemas complexos nun territorio complexo", por lo que se están analizando todos los factores relacionándolos entre sí, tratando de "non ver só o que arde, senón como arde" y tener en cuenta "o que chamamos a severidade dos lumes", es decir, la medición de la intensidad que alcanzan los incendios, ya que en algunos casos la prevención pasará no por reducir el número de hectáreas sino su intensidad.
Uno de los aspectos centrales del trabajo se centra en la identificación y el análisis de "puntos críticos", de aquellas zonas en las que "o lume se acelera e queda fóra da capacidade dos medios de extinción".
Esta cartografía permite comparar las zonas ardidas con las fajas de protección de biomasa fijadas por la legislación, o también la incidencia de los fuegos en diferentes tipos de propiedad, o los efectos que estos fuegos tuvieron sobre bienes de importancia patrimonial, como petroglifos o mámoas.
La comparación de esta información cartográfica con las de las zonas afectadas en las olas de fuegos de 2005 y 2006 permitieron comprobar como "os lumes teñen memoria" y como las zonas afectadas por incendios de alta severidad en el pasado se muestran más propensas a volver a padecerlos en un futuro, debido a que se produce "homoxeneización do territorio ou porque xeran certo abandono das actividades tradicionais".
Como conclusión, los mensajes que quiso trasladar Juan Picos fueron que la prevención parte en buena medida de "tentar entender o que pasou", y que "atender a emerxencia é inmediato, pero cambiar o territorio para o futuro é un traballo que vai levar décadas, que hai que facer ben e que hai que facer constantemente".
Además el director de la Escuela de Ingeniería Forestal, incidió en la importancia de la "profesionalización e tecnificación" para hacer frente a los fuegos, así como "ayudar a la gente a auto protegerse" ante episodios de este tipo.