La suerte llegó de un número al azar: "El que no quería nadie, para mí"

Un buen pellizco del 91.179 que inundó de millones A Illa de Arousa se vendió entre la clientela habitual del bar La Bodeguilla de Caldas de Reis. Claudio Massoni vendió más de 20 décimos, 400.000 euros, y él se quedó con un, 20.000. Lo gastará "en salud", en el dentista y la reparación del coche, que "si no hubiera tocado, habría costado pagarlos"

Claudio, dueño del bar La Bodeguilla de Caldas de Reis
Claudio, dueño del bar La Bodeguilla de Caldas de Reis / Mónica Patxot

Los clientes habituales del bar La Bodeguilla de Caldas de Reis se llevaron este miércoles un buen pellizco del cuarto premio del sorteo de Navidad de la Lotería Nacional. El 91.179 que inundó de millones A Illa de Arousa salió de la administración número 1 de Caldas, la única que hay en el municipio, y desde allí salió hasta el conocido local de hostelería de la calle Mateo Sagasta. 

En este caso, su propietario, Claudio Massoni, de origen italiano, explica que la suerte llegó de un "número al azar". Llegó a la administración sin ninguna idea preconcebida de qué nunero coger y nunca había cogido ese número, pero, una vez allí, dijo: "el que no quería nadie, para mí".

En este bar se vendieron más de 20 décimos, la mayoría a "clientes de aquí, gente local que suele venir por aquí". Repartió alrededor de 400.000 euros y él se quedó con un décimo, 20.000 euros.

La suma no es lo suficientemente alta para cambiar la vida de este hostelero, pero sí se muestra contento. "Es una alegría, a disfrutarla y ya está". En su caso, lo gastará "en salud", pero no en el sentido de la típica expresión utilizada cada 22 de diciembre de "lo importante es tener salud", sino literalmente en tratamientos médicos.

El dentista se llevará una parte y también lo dedicará a la reparación del coche, gastos que "si no hubiera tocado, habría costado pagarlos". 

Otro décimo lo compró Jesús, cliente habitual que este miércoles, sin embargo, no rebosaba de alegría. Se compró el décimo a medias con un amigo de Madrid y le tocarán 10.000 euros que asegura que no dedicará a nada en especial.

"En Navidad tampoco haré nada especial, con mi familia y lo clásico", señaló a PontevedraViva mientras disfrutaba de una cerveza en este local del que es cliente habitual.

A su lado, David y José Luis se lamentaban de no haber comprado ningún décimo. "Estamos ahora jodidos", reconocía, pero también la alegría de que hubiese tocado en su pueblo. De cara a otros sorteos, tienen "clarísimo" que no se quedarán sin su décimo, aunque también reconocen que "si lo compro yo, seguro que no toca". 

EL LOTERO DE LA SUERTE

 Miguel Martínez, titular de este despacho de Caldas, relata que envió la suerte hasta A Illa a través de un intercambio "porque en A Illa necesitaban números y se los mandamos desde aquí", un gesto habitual entre administraciones cercanas.

El propio Martínez vendió "por ventanilla" otras 38 series de este cuarto premio, que han dejado en Caldas un buen pellizco económico, hasta 7,6 millones de euros. Parte de esos décimos son los que se distribuyeron en La Bodeguilla.

"Estamos muy felices porque hacía falta que cayera un premio así", explica Martínez, para el que es el segundo premio que reparte en la Lotería de Navidad, tras el quinto premio que vendió en 2012, apenas meses después de hacerse cargo de esta administración.

Aunque Caldas de Reis es un punto estratégico del Camino Portugués a Santiago, el lotero afirma que "mayoritariamente se ha vendido a gente de aquí", por lo que "la felicidad es aún mayor porque siempre es bueno que el dinero se quede en el pueblo".