El 7 de marzo de 1963, Ernesto Filgueira Eiras y su esposa Herminda Touriño abrían por primera vez las puertas de su establecimiento en la Plaza de Méndez Núñez. Los primeros clientes que entraron en La Casa de los Paraguas procedían de Combarro. Peregrina Lozano y su esposo Ángel García se acuerdan muy bien de la compra que realizaron aquella mañana aunque haya pasado ya medio siglo.
- Mercamos unha gabardina para o meu home e unha falda para min, dice Peregrina.
700 pesetas pagaron por la gabardina pero "xa nos gustou o trato, a confianza e os consellos. E todas as pezas eran de boa calidade" apunta Ángel. Desde entonces son clientes habituales de la tienda que cumple 50 años con la familia Filgueira al frente, después de asumir el traspaso del comercio original que regentaba Justo Nieto.
Por mantener el nombre de La Casa de los Paraguas, el propietario les rebajó la mitad del precio del traspaso que ascendía a 100 mil pesetas y les estableció una renta mensual de 1.500. "De aquella vendíamos paquetería, mercería, forrábamos botones..." recuerda Herminda Touriño.
Incendio en 1977
El momento más difícil en la historia del establecimiento llegó un 7 de julio cuando el local se incendió. "El día de San Fermín de 1977 ardió todo" recuerda, con amargura, Ernesto Filgueira "nos quedamos sin local, sin casa y sin mercancía". Con la ayuda de su cuñado, aparejador, fueron reconstruyendo el comercio y a pesar de las dificultades volvieron a abrirse paso. "Vendiamos con toldos, nos caía agua por todas partes" indica Herminda. En octubre de aquel año decidieron comprar el inmueble y ampliar la tienda a las dos plantas actuales.
En la década de los ochenta, Herminda recuerda que vivieron otro momento duro porque "toda la zona estaba llena de drogadictos". Ernesto añade que "paseábamos en grupos por la calle como patrullas para que ellos se fueran de aquí". Los clientes tenían miedo a pasar por el centro histórico. La solución llegó cuando Jorge Parada asumió el cargo de Gobernador civil y decidió resolver el problema de inseguridad "puso policías de barrio y limpió toda la zona". Pero el matrimonio reconoce que la situación económica actual es la que más les atemoriza porque "antes había crisis, pero ahora es el garrote vil".
Durante todos estos años, La Casa de los Paraguas ha contado con cinco empleadas y clientes fieles. Tanto es así que Peregrina, la primera clienta, comenta durante la celebración del 50 aniversario de la tienda que "teño un ticket para recoller o pantalón que mercamos hai uns días e que deixamos para que lle arranxaran os baixos". Ernesto Filgueira Touriño sonríe y señala que "agora xa son os fillos destas familias os que tamén veñen aquí a mercar". Y es que las tradiciones continúan. Filgueira Touriño es, desde hace años, el encargado de llevar las riendas del negocio y concluye: "espero que dure porque eu quero seguir vivindo disto moitos anos máis".