"Hai unha normalidade absoluta na circulación". Así de rotunda y positiva es la valoración que realiza el concejal de Obras Urbanas de Pontevedra, Luis Bará, tras la primera mañana de la calle Benito Corbal cortada al tráfico para ejecutar las obras de peatonalización. Reconoce algunos incidentes puntuales de conductores que no conocían el nuevo sentido de las calles del entorno y "problemiñas" en los accesos a garajes, pero que en ningún caso provocaron atascos o retenciones.
Bará señaló que la hora punta en la calle está entre las 9.30 y las 10.00 horas, momento de apertura de los comercios, y que en ese momento "o tráfico era fluido" y "non houbo retencións". Tras esas primeras horas pudieron comprobar que la mayoría de los conductores circula por Benito Corbal y cruza hacia Sagasta justo antes de que se corte la calle y que la cofusión más habitual se dio en personas que desconocían el nuevo funcionamiento del cruce de Cruz Gallestegui y Blanco Porto.
En relación con los accesos a los garajes, ha habido algunos problemas a las salidas de los mismos y se está trabajando para evitarlos. Ya en los días previos a este corte del tráfico se retiraron farolas o señales y rebajaron algunos pivotes para facilitar la entrada y salida de zonas comunitarias.
Además, Bará adelantó que están estudiando ampliar la parada de taxis que al cortarse Benito Corbal se trasladó a Daniel de la Sota. En este punto se han reducido de 12 a ocho el número de plazas de taxi disponible y aunque a lo largo de la mañana de este martes no se llenaron se está estudiando la forma de habilitar más hueco para que puedan aparcar los mismos vehículos que en su ubicación actual. En este sentido, se valora la posibilidad de ampliar la parada hacia la calle Castelao para ocupar la zona que actualmente está reservada para los clientes del hotel Rías Bajas.
Esta ampliación implicaría cambiar la zona de estacionamiento reservado para el hotel y situarla "un pouco máis atrás" en la calle Castelao. La medida tiene, en principio, buena recepción por parte de los responsables del establecimiento hotelero, pues de esa forma facilitarían que sus clientes pudiesen detenerse en la zona de aparcamiento y luego acceder al parking privado situado unos metros antes de la parada actual.