Cinco perros de la comarca de O Condado- Paradanta, uno de la de Pontevedra y tres de Baixo Miño inauguraron este lunes la polémica macroperrera de la Deputación de Pontevedra en A Armenteira (Meis). En los meses previos a su inauguración suscitó las críticas de asociaciones protectoras de animales de la provincia, pero finalmente entró en funcionamiento sin incidentes.
El servicio del Centro de Acogida y Protección de Animales Domésticos de la provincia de Pontevedra (CAAN) comenzou a funcionar en las instalaciones de Busto, gestionado por la empresa estatal pública Tragsa bajo la tutela de la Deputación de Pontevedra.
Según la información facilitada por la Deputación, hasta las 15.00 horas, se recogieron cuatro perros en el municipio de Fornelos de Montes y uno en Vilaboa y se atendieron diez llamadas solicitando información tanto del servicio como de avisos de recogida de animales.
Por la tarde, hasta las 17.30 horas, llegaron cuatro perros más, uno de Fornelos de Montes y tres de Salvaterra de Miño. El mayor tiene 10 años y presenta un fuerte golpe y uno de ellos es un pitbull potencialmente peligroso.
El centro, el primero de carácter público autorizado por la Xunta de Galicia en la provincia de Pontevedra, tiene 48 ayuntamientos adheridos al servicio. Esto supone que atenderá a una población de 375.000 habitantes. En breve se sumarán otros dos.
La Diputación insiste en que el centro garantiza el máximo respecto a las necesidades, bienestar y derechos de los animales y ven a adelantarse al marco jurídico fijado en la resolución de julio de 2012 de la Eurocámara. La política de gestión gira en torno al fomento de las adopciones y a la realización de campañas de erradicación del abandono y maltrato animal.