Regreso a la barra del bar: "Es como volver a la vida"

Pontevedra
08 de junio 2020

Los locales de hostelería tienen ya permiso para servir consumiciones en estas zonas comunes y los clientes han acogido la medida con entusiasmo. "La tertulia es mejor en la barra", constatan Carlos, José Ramón y Félix, tres amigos que comparten vino en la cafetería Queche 

Carlos, José Ramón y Félix en la barra del bar Queche en el primer día de la fase 3 de la desescalada
Carlos, José Ramón y Félix en la barra del bar Queche en el primer día de la fase 3 de la desescalada / Mónica Patxot

Con la entrada en la fase 3 de la desescalada se han recuperado imágenes que no tenían cabida desde el 13 de marzo. Una de las que ha dejado más alegrías ha sido el regreso a la barra del bar. Los locales de hostelería tienen ya permiso para servir consumiciones en estas zonas comunes y los clientes han acogido la medida con entusiasmo. "Es como volver a la vida", valoraban tres amigos de tertulia en la cafetería Queche.

Carlos, José Ramón y Félix disfrutan de un vino en este local de la calle Javier Puig mientras debaten sobre la situación actual y cómo ha cambiado la vida con la pandemia y concluyen que "la tertulia es mejor en la barra" y que pese a que hace dos semanas que el local abrió sus puertas y ellos habían disfrutado de consumiciones en la terraza, poder regresar a su lugar habitual fue "una alegría". 

Coinciden en que "con este confinamiento, cambió la vida a todos" y Carlos incluso apunta que "nunca aforrei tanto na miña vida" al no acudir regularmente a los bares, de ahí que valoren tanto instantes compartidos como el de este vino en la barra del Queche. "Eu prefiro na barra e non alí", comenta José Ramón, que acude a diario a este local y lo echó mucho de menos durante las semanas de confinamiento estricto. 

Dado que lee a diario la prensa, ya sabía que este lunes podría ir a la barra y, si bien disfrutó mucho más el vino con su correspondiente tertulia de mediodía, no dudó en madrugar ya para el café. Como él, muchos clientes. Lina, co propietaria del negocio, lo confirma: ya la semana pasada muchos hablaban incluso de cómo iban a ubicarse, deseosos de compartir barra. 

"Hay muchos usuarios que son de barra", constata, si bien también reconoce que "se adaptaron a lo que había". Este lunes regresaron a la barra ya desde primera hora y con perfiles variados: "hay quién viene a los cafés, hay quien se junta para los vinos o las cervezas, da igual".

Este paso más hacia la 'nueva normalidad' que traerá la pandemia del coronavirus mejorará la clientela, pero Lina señala que, en general, sigue siendo mucho más reducida de lo habitual. "No sé si la gente tiene miedo o no, pero sí que va muy lento, no tenemos lo que teníamos, indudablemente", explica.

El bar lo regenta junto a su marido y durante estos mese su situación se complicó, "como a todos" por la falta de ingresos, de modo que, ya en la fase dos, abrieron: "había que abrir, somos los dos autónomos, no tenemos otra. O eso o la ruina, no hay más".

Ya en la fase 1 había abierto otro de los locales en los que este lunes se llenó la barra, Os Carballos, de la plaza de la Verdura. María y Leida, cocinera y camarera, confirman que ya desde las diez de la mañana hubo clientes que optaron por esta ubicación, si bien fue para el vino del mediodía cuando se unió. 

La gente ya "se está acostumbrando a las mesas", pero han podido comprobar que este lunes "había mucha gente ansiosa con la barra". Dos de ellos son José y Francisco, de 65 y 64 años y con ribeiro en la copa. Aunque reconocen que "a mí tanto me sirve en la terraza como aquí dentro", apuntan a que habitualmente se sitúan en la barra y lo echaban de menos. 

"Siempre estuve en la barra, como para no estar ahora...", relatan

En el bar América de Riestra esta imágenes han regresado este lunes al mismo tiempo que las de la terraza llena, pues ha sido su primer día de apertura. No abrieron en las fases 1 y 2 "porque teníamos muchas dudas", tanto sobre cómo proceder como con la respuesta de los clientes. Ahora que ya ha vuelto la actividad, no tienen queja. 

El boca a boca ha funcionado, según constata José María, su propietario, pues en las primeras horas de apertura prácticamente no ha echado de menos a ningún habitual. No llegó a cubrir el aforo permitido, pero "los de siempre vuelven a estar" y esos habituales son, además, los que toman el café o la cerveza apostados en la barra