Termina la campaña de la anguila con un 50% más capturas y la petición de medidas para proteger la especie

Pontevedra
16 de noviembre 2013

La asociación naseiros Alvedosa alcanza los 34.620 kilos, un dato que demuestra "lo que siempre dijimos y defendemos con respecto a que no existe problema en el recurso de esta especie en la ensenada de Sano Simón y que disfruta de buena salud". Este aumento de capturas se vio favorecido por la abundancia de lluvias 

La asociación naseiros Alvedosa, que engloba a profesionales de la parroquia pontevedresa de Ponte Sampaio y del vecino Concello de Soutomaior, acaba de terminar la campaña de pesca de la anguila en la ensenada de San Simón. Lo hacen con un balance positivo en cuanto a las capturas, pero sin olvidar una demanda: más medidas para garantizar que la especie perdure.

La campaña terminó con 34.620 kilos en capturas, lo cual demuestra "lo que siempre dijimos y defendemos con respecto a que no existe problema en el recurso de esta especie en la ensenada de San Simón y que disfruta de buena salud". De hecho, se superaron en más de un 50% las capturas de la anterior campaña, en la que se cogieron 22.813 kilos.

Según los datos facilitados por los naseiros, este aumento de capturas se vio favorecido por la abundancia de lluvias de las últimas semanas, una situación meteorológica que favorece mucho la pesca de esta especie.

A pesar de los datos favorables de capturas, los naseiros consideran que se tienen que tomar medidas para proteger la especie. "Seguimos sin entender como pueden decir que existe problema de recursos en la anguila, y se siga permitiendo la captura de las angulas", señalan, y recuerdan que las angulas son el el único alevín que está permitido capturar y comercializar. Sostienen que cada kilo de angulas mete 3.500 individuos, lo que, como mínimo, representa 350 kilos de adultos.

Además de la captura de angulas, apuntan a otras circunstancias que pueden afectar a la pesca de la anguila: la contaminación de los ríos y rías, que no solo perjudican las anguilas sino a su alimento; los rellenos que hacen perder zonas y que cambien las corrientes marinas; el cambio climático; y la construcción de embalses y centrales hidroeléctricas.