La burocracia ha provocado que el avión A-400 del Ejército del Aire que repatriará a España a los tres supervivientes y a cinco de los fallecidos en el naufragio del pesquero Villa de Pitanxo llegue más tarde de lo previsto inicialmente.
El Gobierno había trasladado que la aeronave aterrizaría sobre las seis de la tarde en el aeropuerto de Santiago de Compostela. Posteriormente cambió esta previsión y la situó sobre las 21:00 horas, pero ahora no será antes de las doce de la noche.
El despegue del avión desde el aeropuerto de San Juan de Terranova (Canadá), ciudad en la que los supervivientes se encuentran alojados en un hotel, se produjo sobre las siete de la tarde en España.
Esto ha provocado que también se retrase la reunión que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, iba a mantener con las familias de los marineros desaparecidos, que no será a las cinco de la tarde como se había anunciado y se ajustará al nuevo cronograma.
Mientras tanto, el patrón del barco, Juan Padín, su sobrino Eduardo Rial y el tercero de los supervivientes el marinero ghanés Samuel Kwesi, siguen descansando en el hotel y, en las últimas horas, han sido examinados por el equipo médico que voló desde España.
Todos ellos, según ha explicado Javier Touza, presidente de la cooperativa de Armadores de Pesca del Puerto de Vigo (ARVI), "se encuentran bien físicamente", aunque reconoce que desde el punto de vista anímico "tendremos que recuperarlos entre todos".
El patrón, según el representante de los armadores, es una persona "de espíritu fuerte", pero entiende que una vez haya regresado a España "se va a dar cuenta de la dimensión que ha cogido este fenómeno", por lo que habrá que apoyarle psicológicamente.