La jornada del domingo negro de incendios en Galicia fue dura para toda la población y también para los integrantes del dispositivo de extinción y para quienes, como los policías y guardias civiles, reforzaron los operativos y dieron seguridad. En Pontevedra, las historias y relatos sobre el infierno vivido se reparten por todo el territorio. Aquí se recoge una de ellas, vivida por el pontevedrés Félix Díaz Juan, teniente jefe del puesto principal de la Guardia Civil de Baiona y Nigrán.
En Baiona uno de los momentos más críticos se produjo sobre las 16.30 horas en el entorno del cuartel de la localidad. Los 28 efectivos estaban repartidos por Nigrán y Baiona haciendo patrullas y ayudando a los vecinos cuando la situación se complicó al lado de casa. El fuego cercaba la localidad y "en un momento dado, con mucha sorpresa, llegó a la zona donde estaba el cuartel" y empezó a arder en los exteriores.
El teniente Félix Diaz insiste en que "tenemos que dar las gracias a los vecinos, que no dudaron en ningún momento en ponerse con nosotros y, gracias a su ayuda, se pudo salvar el cuartel". Pensaron que tenían que evacuar, pero, con la intervención de todos, lograron evitarlo hasta que la lengua de fuego se desplazó hacia otra zona. A continuación, "el grupo entero de guardias y vecinos fuimos hacia allí y logramos acabar con el incendio". Entre quienes ayudaban estaban incluso personas a las que habían detenido previamente.
La intervención fue crucial porque el cuartel estaba en "una zona muy peligrosa" y "no podíamos dejar que ardiese, teníamos que enfrentarnos a él porque sería el cuartel y después las casas que estaban debajo". El peligro fue tal que las llamas empezaron a saltar y a surgir conatos del otro lado del cuartel. "Gracias a los vecinos y a nosotros hemos podido evitar que ardiera parte del casco urbano de Baiona", añade.
La situación vivida era dantesca, con llamas muy altas, un entorno "muy peligroso", mucho calor" y la ceniza saltando al otro lado. "Se daba el caso de que estábamos entre dos fuegos", indica el teniente. Las consencuencias, finalmente, fueron materiales en las cámaras y focos del cuartel y el suministro eléctrico interrumpido. Además, algún vehículo llevó golpes durante las evacuaciones y varios guardias sufrieron arañazos y moratones.