Viseras protectoras para el centro de salud de Marín gracias a dos profesores del colegio de Praceres

Pontevedra
02 de abril 2020

Pedro Landín y Elisardo Vilas fabrican las viseras en su casa con una impresora 3D, las entregan en una farmacia y desde allí llegan a una nave logística, donde se completa el montaje y se hacen llegar a los establecimientos sanitarios que las demanden

El profesor Pedro Landín entrega sus viseras protectoras en la farmacia de la calle Peregrina, 61, de Pontevedra
El profesor Pedro Landín entrega sus viseras protectoras en la farmacia de la calle Peregrina, 61, de Pontevedra / @pelandintecno

Ante el aumento de las consultas derivadas del coronavirus, los profesionales sanitarios ven como los equipos de protección no alcanzan a cubrir todas las necesidades. Es el caso del centro de salud de Marín, que ha buscado ayuda en particulares para mantener a su personal salvaguardado con viseras de protección.

Su Punto de Atención Continuada ha sido el receptor de la labor solidaria de dos profesores del colegio Sagrado Corazón de Placeres, Pedro Landín y Elisardo Vilas, quienes canalizan su trabajo a través de la comunidad colaborativa Coronavirus Makers.

Pedro Landín, que es profesor de tecnología, nos explica este proceso:

"Primero bajamos los diseños, porque los van actualizando, e imprimimos. Entonces tenemos que meter las viseras que vayamos imprimiendo en bolsas con cierre tipo zip, de cinco en cinco, y a medida que las vamos teniendo acercarlas a las farmacias. Tenemos que rellenar un formulario conforme cuántas entregamos y en qué farmacia. Una vez entregada allí, la gente de Cofano -la cooperativa distribuidora de productos farmacéuticos- las recoge y se las da al 061 que es quien luego las lleva a una nave logística y se encargan de inventariar y hacer la distribución a los distintos centros".

En el caso del PAC de Marín conocieron cuál ha sido el destino de sus viseras porque el centro de salud ha compartido la fotografía. En el resto de las entregas, saben que la ayuda está siendo efectiva por la colaboración y seguimiento que realizan todos los agentes implicados en esta cadena humanitaria.

Para esta acción solidaria, el colegio Sagrado Corazón de Placeres ha cedido la impresora del centro, que es la que usa el profesor Elisardo Vilas. Por su parte, Pedro Landín aporta su propio equipo y los costes de materiales "ahora mismo es lo de menos, tampoco es que cueste mucho, lo único malo es que lleva mucho tiempo imprimir. Según el modelo, cada visera puede llevar entre una hora y hora y media".

Esta labor altruista la compaginan con las clases online y el seguimiento del alumnado. Y, cómo no, animan a cualquier persona que tenga una impresora 3D a ponerse en contacto con los Coronavirus Makers, que ya cuentan con más de 1.800 colaboradores en Galicia.

El trabajo consiste en solo imprimir las viseras y llevarlas a la farmacia, del resto del montaje se encargan en la nave logística: "por un lado la visera, que es los que hacemos nosotros, y luego tienen muchas donaciones de lo que es la película transparente de PVC, más gomas elásticas".