27 días: Hasta que la muerte nos separe

23 de julio 2023
Actualizada: 18 de junio 2024

En el desvelo de la noche me mantengo a tu lado observándote y aunque la felicidad está dentro de uno mismo, estar acurrucada en tus brazos mientras aún duermes, parece el paraíso. Eres mi felicidad. Voy creando un universo solo de nosotros. Comienzo a idealizar las cosas que son y las que quisiera que seamos

En el desvelo de la noche me mantengo a tu lado observándote y aunque la felicidad está dentro de uno mismo, estar acurrucada en tus brazos mientras aún duermes, parece el paraíso. Eres mi felicidad. Voy creando un universo solo de nosotros. Comienzo a idealizar las cosas que son y las que quisiera que seamos. Haciéndome un cuento de hadas en mi mente. Reduzco el ruido externo para que nuestro silencio dure más. Me siento un poco cobarde al pensar en enfrentar realidades que puedan separarnos. Por lo que trato de no ir por caminos difíciles contigo. Evito conversaciones incómodas, temas en los que podamos diferir. Voy paso a paso, día a día. Me voy convirtiendo en un molde que se ajuste perfectamente a ti, a tus necesidades y placeres.
 
Alejo de mi entorno personas que no entiendan este amor puro y desenfrenado. No quiero dar explicaciones a otros, este sentimiento es nuestro. Pienso en ti y respiro amor, perfección y entrega. Eres la familia que soñé, todo eso que necesito está en ti. Podría vivir toda la vida en tus brazos. No quiero nada más. Comprendo tus malos humores, tus enojos y faltas de empatía con otros. Son cosas normales de los seres humanos. Los momentos en que quieres estar solo, salir de la casa o despejar tu mente con amigos. Todo es normal. Aquí estaré, esperando que regreses para vivir en nuestro nido de amor, nuestro hogar. No necesito amigas que pretendan decirme lo que está bien y lo que está mal. No quiero sus opiniones, me parece molesto y hasta innecesario. Comprendo que quieras mantener nuestras familias alejadas, no todos podrían entender nuestro lazo tan fuerte. Me das todo lo que necesito. Puedo perdonarte algunas cosas que haces sin querer. Sé que a veces digo cosas que te molestan y me mandas a callar, o me empujas cuando te pido que no te vayas. Reconozco que son mis errores, no los tuyos. Somos una pareja, debemos sobrellevar todo juntos. Todas las parejas pelean. Eso también es normal. Disfruto darte explicaciones de mis gastos, y comprar sólo lo que te parece necesario, tienes más control que yo en las finanzas. Somos un equipo. Eres el centro de la casa, tomas las mejores decisiones y yo respeto lo que piensas. Sé que a veces te sientes abrumado y me dices algunos insultos, por eso me quedo callada para que puedas estar más relajado. Te perdono si en alguna ocasión te hice enojar y me tiraste contra la pared o me apretaste demasiado fuerte. Algunas marcas en mi cuerpo duran mucho tiempo, tardan en irse, y duelen. Asi es el amor, sacrificado.  Es lo que siempre me dices cuando nos reconciliamos. Nuestro hogar siempre será lo primero, lo más importante. Trabajas mucho para ser nuestro sustento económico. Te debo la vida.  Eres mi rey, mi príncipe....mi dueño. Este amor es mi vida, mi razón de ser. Estaré a tu lado pase lo que pase. Contra viento y marea. Somos el uno para el otro. Siempre...hasta que la muerte…nos separe...
 
 
Nota:
-Este escrito es una muestra de lo que no es el amor, de lo que muchas mujeres viven y llegan a creer que asi debe ser. Si estás en una relación como ésta o parecida a ésta, por favor busca ayuda, habla con alguien inmediatamente. No es correcto. No es normal. No es amor.