Teucro, el héroe griego que fundó Pontevedra

26 de junio 2020
Actualizada: 18 de junio 2024

¿Qué mayor gloria cabe a una ciudad que haber sido fundada por uno de los héroes de los poemas de Homero? Teucro, hijo del Rey Telamón, hermano de Ayax el Grande. Emparentado con Príamo, con Héctor y Paris…Fue el mejor arquero de los Aqueos.

Portada del libro de González Zúñiga del año 1846

 

¿Qué mayor gloria cabe a una ciudad que haber sido fundada por uno de los héroes de los poemas de Homero?

Teucro, hijo del Rey Telamón, hermano de Ayax el Grande. Emparentado con Príamo, con Héctor y Paris…Fue el mejor arquero de los Aqueos.

El Peloponeso… el mar Egeo…la Hélade…De ahí viene el nombre con el que Estrabón y Plinio nombraban a Pontevedra: Helenes, que es población de griegos, porque la Hélade es la antigua Grecia.

Teucro, con su hermano Ayax y su primo Aquiles fueron a la guerra de Troya. Teucro fue uno de los que consiguió entrar en la ciudad con el magnífico ardid que fue el caballo de Troya. Pero al terminar aquella larga guerra y regresar a su país, los héroes fueron mal recibidos incluso por sus propias familias.

Teucro emprendió viaje buscando nueva patria y llegó a Iberia, donde fundó una colonia griega llamada Helenes.

La isla de nombre Tambo y su apéndice Tenlo donde hoy existe un faro con ese nombre, dicen que son corrupción de los nombres originales, Talabo y Telamón, que en recuerdo de su padre les puso Teucro.

Hace tiempo leí un fascinante episodio de mitología griega que sucedió frente a esta ciudad. Fue en el libro de Fortes sobre la ría de Pontevedra que editó la Autoridad Portuaria. Cuenta que después de ordenar el Caos, los Dioses descendieron del Olimpo y absortos contemplaron su creación. Poseidón, señor del Océano, guiado por un delfín y subido en su carro de coral tirado por 1000 caballitos de mar, abandonó el Peloponeso y llegó a la Ría de Pontevedra. Allí, en las aguas de la más hermosa de las Rías, inmovilizó a una Gran Tortuga e instaló su palacio. Desde entonces, Poseidón vive bajo el vientre de la Gran Tortuga de Tambo, en su trono de nácar.

En su viaje, Poseidón habría dejado una estela luminosa que siglos después guió a Teucro.

Una amplia referencia de la fundación de Pontevedra la encontramos en la obra de Claudio González Zúñiga con cuya portada ilustramos estas notas. “Historia de Pontevedra, o sea de la antigua Hellenes, fundada por Teucro". Claudio González Zuñiga (1784-1857) fue un médico, historiador y Alcalde de Pontevedra. Una callecita con su nombre y una placa en la casa donde nació tras la iglesia de la Peregrina, nos lo recuerdan. Teucro da nombre de una preciosa plaza y también a uno de los equipos de balonmano más antiguos de España, la Sociedad Deportiva Teucro.

El humanista sevillano del siglo XVI Juan de Guzmán, profesor de retórica y elocuencia, fue profesor en Pontevedra y también hizo referencia a la fundación de la ciudad por Teucro.

Antes lo había hecho otro sevillano, el cosmógrafo, geógrafo y cartógrafo real de Felipe II Pedro de Medina. Escribió el primer tratado de Europa sobre el arte de navegar e hizo uno de los primeros Mapamundi fiables. En su honor una de las montañas de la Antártida lleva su nombre.

Pedro de Medina escribió las Grandezas de España y en el capítulo sobre el Reino de Galicia nos cuenta como Teucro tuvo que dejar su tierra ante la incomprensión y olvido de su padre que no superó la muerte de su primogénito Ayax. Teucro y los suyos cruzaron el estrecho de Gibraltar y llegaron a nuestras costas donde fundaron la ciudad llamada Helenes, población de griegos. Antes de Galicia, la región se denominó Galo-Grecia, de donde vendría el nombre de Gallaecia o Galicia. Con Teucro venía Antiloco que marchó tierra adentro y fundó Antilocopolis a quien los romanos llamarían después Aguascaldas y los Suevos Orense.

En la Iliada, Homero narra la Guerra de Troya y en la Odisea el regreso de Ulises. En la Eneida, Virgilio nos cuenta el viaje de Eneas, también procedente de Troya, a Italia, lo que traería consigo la fundación de Roma. Mitología o realidad o ambas cosas a la vez.

Lo cierto es que el escenario de Troya existió y fue descubierto por un personaje cuya vida parece de leyenda pero fue absolutamente real. Heinrich Schliemann, un prusiano de origen humilde que llegó a dominar más de 15 idiomas, se hizo millonario y se dedicó a su gran afición desde la infancia: la arqueología. En sus excavaciones encontró la ciudad de Troya y el tesoro de Príamo con el que engalanó a su joven esposa griega.

Toda historia antigua tiene algo de mito y todo mito tiene algo de verdad.

Hoy, los visitantes de esta antigua y señorial ciudad, pueden leer grabado en la piedra del edificio consistorial, el resumen de lo expuesto “Fundote Teucro valiente/ de aqueste río en la orilla/ para que en España fueses/ de villas la maravilla. "Y al fin y al cabo, como toda bonita historia “se non e vero e ben trovato".