Quería hacer llegar la situación en la que me he encontrado con mi futuro parto en el Hospital Provincial simplemente por ser un embarazo gemelar.
Mi proceso de dilatación se realiza en una habitación como cualquier embarazada. Pero en el momento del expulsivo me trasladan a paritorio privándome del acompañamiento de mi marido durante horas. Un expulsivo de un embarazo único puede durar hasta 2h, 2h y media. Imaginaros lo que puede durar un expulsivo de gemelos (en mi caso mellizos) donde el segundo bebé puede tardar en bajar hasta el canal de parto horas.
Este derecho se les da a las embarazadas de un bebé pero a las de múltiples, nos privan de este derecho, excusándose en el espacio insuficiente del quirófano. Parece que no hay hueco a mi lado para el apoyo de mi pareja, tan importante en el momento del parto recogido en la Guía del parto elaborada por el Ministerio de Sanidad sustentado por múltiples estudios que hablan de los beneficios a nivel psicológico para la mujer en esos momentos tan vulnerables que ayudan a que los riesgos físicos en madre y bebés se reduzcan.
De igual modo he reclamado otra merma de derechos en el caso de que se me realice una cesárea (siendo también vulnerados en gestaciones únicas), donde además de privarme del acompañamiento de mi pareja (derecho que se da en otros muchos hospitales) se le priva a mis bebés de la tan necesaria técnica del piel con piel con su madre. Me dicen que lo hará mi pareja, pero a quién necesitan en esos momentos mis bebés recién nacidos es a mí, su madre.
La Asociación de Pediatría en su documento sobre Cesáreas humanizadas habla de los beneficios y las consecuencias de no realizar este piel con piel por parte de la madre tanto en mí como en mis bebés. Una parte fundamental es el establecimiento de la lactancia materna las cuales desde la sanidad abogan por esta elección alimentaria. Si estoy separada dos horas o más, como va a ocurrir en el caso de cesárea, mi cuerpo no pondrá en marcha las hormonas necesarias para la pronta fabricación de esta leche, poniendo el hospital en riesgo la alimentación y la salud de mis hijos, ya que al no recibir alimento se producirán glucemias o bajadas de peso exponiéndoles a posibles ictericias entre otras complicaciones. Normalmente en estos casos, la solución es la introducción de un biberón de fórmula que, aunque alimentará a mis hijos, volverá a poner en riesgo mi lactancia materna y el mejor alimento para mis hijos.
En estas reclamaciones y reuniones que he tenido con los distintos profesionales que actúan en esta cesárea, el problema ocurre en el momento de la reanimación ya que ese servicio no permite que los bebés acudan con la madre a ese espacio. Desde este servicio se me ha puesto la excusa que los medios arquitectónicos no permiten está opción. Ginecología me ha dado toda la razón y me han contestado que se está trabajando en este protocolo tan importante pero que no me aseguran tenerlo activo en mi momento del parto. Por lo que me encuentro que los únicos que se oponen son el servicio de reanimación.
Estas dos cuestiones las he reclamado a través de Atención al paciente del Hospital y lo he "denunciado" ante la Valedora do Pobo que ha aceptado mis quejas pidiendo explicaciones al Ministerio de Sanidad, los cuales tienen que contestar en los próximos 15 días ya que entienden que esto no son caprichos sino vulneraciones de mis derechos y a los de mis bebés ya que estas dos acciones se realizan en otros hospitales de Galicia y resto de España sin inconvenientes. Pero es que además de vulnerar estos derechos, desde la Valedora do Pobo entienden que se me va a dar peores servicios, estando condicionada una mayor o peor calidad, según dónde me toque dar a luz cuando estoy haciendo uso de un servicio público.
Espero que podáis ayudarme a ponerlo en foco público y conseguir mayor presión para que nuestros derechos no sean pisoteados. Estamos hablando de salud.
Gracias.
Ruth Abonjo Piñeiro