Bernardo Sartier
El negro de Boney M
Al "Air Force One" de Don "Juancar" se le escaralló una biela. Los moros le ofrecieron una petronave para volver a la final de copa pero la casa real rehusó porque, tecnológicamente mejorables, vale, pero dignos ¿eh?. Esta actitud de pobretones orgullosos me recordó al entrañable "pai do vento", que pasaba a regañadientes porque le llamasen así pero que se ponía de muy mala uva si le pedían el cipote para hinchar el neumático de un vehículo.
Esto de las aeronaves es complicado, que se te enciende un testigo y se masca la tragedia. Resulta curioso que la seguridad dependa de materiales tan prosaicas como el teflón, responsable de que el Apolo XIII, a poco, no quedase dando vueltas por el espacio sideral como un romero teimoso en torno a la ermita de San Cibrán antes de apedrearla. (Algún día escribiré sobre esta obsesión judeo-cristiana de liarse a latigazos con la propia espalda, brear a una borriquita o lapidar el techo de una ermita, que ya son ganas).
Pero vamos a lo nuestro. Decía que en el Apolo XIII un aislante, el teflón, tan común en las sartenes, provocó un sobrecalentamiento. Algo así sucede en las relaciones de trinchera entre partidarios y detractores del Alcalde, que andan a la greña por un libelo de estilo cuestionable y apoyaturas dudosas (medias verdades o verdades a medias) que circula por una red social (tan útil a veces, la red, como en otras cubículo de cagones).
Sostengo que quien quiera aplicarse al noble arte de la escritura, lo sea profesionalmente o con carácter amateur -caso del arriba firmante- debe hacerlo con nombre de pila y apellidos, o sea, arriesgando -si se tercia- vida y hacienda en el intento. Los que al amparo del anonimato que determinadas técnicas telemáticas otorgan, injurian o calumnian no tienen, en mi consideración, más calificación que la de vulgares panfletistas. Y no recurro a otra definición porque luego la peña dice que mi estilo se desliza en exceso hacia el "caca-culo-pedo-pis" y don José María me reconviene (Don José María es mi ortógrafo de cabecera y disfruta un porrón poniéndome a parir tras cada columna, publicidad gratuita que mi carrera literaria agradece en lo que vale porque no todos los días se encuentra uno un detractor. Don José María pasó de decir "que ya sabía lo que no leer" (por mi) a afirmar "que no volvería a comentarme nunca", pero rompió ambas promesas y no para de leerme y comentarme. Se conoce que es un poco masoca. Si así fuere, yo me ofrezco a propinarle unos latigazos si no encuentra quien se los administre, pero conste que lo haría a título de mera liberalidad y no porque pudiese encontrar en tal práctica ningún especial regocijo).
En fin. Volviendo al tema. Si fuese -que no lo soy- un "primus inter pares", pediría sosiego en la plaza. Porque a mí la única trinchera que me ha cautivado ha sido la ya aterrada del ferrocarril del Paseo de Colón. Y como quiero que sea posible la paz -porque quienes se dedican a la política, como los futbolistas, se dan codazos y se rompen la tibia a veces pero al terminar el partido caen y concluyen en que son y se dedican a la misma profesión- os conmino a dejar de comportaros como hooligans para que sean ellos los que hagan eso, política, en los órganos competentes, o sea los plenos de los consistorios y después de las pertinentes fiscalizaciones. Porque veo -y no me gusta- mucha cotorra pasionaria y excesivamente ideologizada. Y veo, también, mucho intelectual orgánico agazapado tras el carnaval "tuitero".
Obviamente no incluyo aquí a los que escriben -y se identifican- con nombre de pila y apellidos: esos me merecen el máximo de los respetos porque tienen huevos e inteligencia discursiva. Los de un lado y los del otro. Pero los que lo hacen desde un supuesto país de las maravillas, como Alicia o como Rabiza, que significa puta, por cierto, o desde la idealidad de un municipio sin mácula pues convendría que se quitasen la careta del seudónimo e hiciesen ejercicio dialéctico sano y cara a cara. De frente y con dos cojones. Pero sobre todo y antes que nada recomiendo sosiego, mucho sosiego. Y dejar la política para los políticos.
O sea que a tomarse un vino y a charlar sin frentismos, que los frentismos en España siempre dieron en muy mal pronóstico. Y es que si fue posible que Gayoso y el negro de Bonney M. hiciesen migas, cómo no va a serlo entre acusadores y defensas. De uno y otro bando. Cómo no, almas de cántaro.
Postdata: Gracias por leerme, Initinere. Y en cuanto a la expresión que don José María no entiende, es decir, "hacerse el chichi gaseosa", a lo mejor se lo explico a él un día de estos.