Noel Queipo
¿Qué pasaría si perdiéramos la cabeza? Relatos salvajes
Reír en el cine no es nada fácil, se supone que es más fácil hacer llorar que provocar una carcajada en el espectador. Cada persona es un mundo y por tanto a cada uno le hace gracia cosas muy distintas, sin embargo cuando se juega la baza de la sorpresa y del surrealismo puede que no se consiga más que una sonrisa, pero desde luego la diversión está asegurada.
Relatos Salvajes es un formato diferente, un proyecto original que aúna seis cortometrajes totalmente independientes. Historias que tienen una premisa común: presionar hasta el límite a sus protagonistas hasta que pierdan la cabeza para que se dejen llevar por la ira y el deseo de venganza; eso sí, no siempre con buenos resultados, sino todo lo contrario, muchas veces sufriendo grandes consecuencias, y aun así, dejando un sentimiento de alivio al espectador.
Cada historia tiene su presentación, nudo y desenlace y si todas funcionan tan bien es por la claridad con la que se muestra cada trama y lo creíbles que son los personajes: los comprendemos porque tienen razones importantes para comportarse como lo hacen. Se presentan situaciones normales, cotidianas pero poco a poco, como quien infla un globo, la presión empieza a apretar hasta el punto en el que por algún lado, el globo explota. ¿Qué cómo explota? De la forma más feroz y descarnada posible, usando la violencia y el humor negro como sus puntos más fuertes.
La película está generando cierto debate por el uso desmesurado de la violencia para hacer reír, el humor escabroso en una apología de la venganza como solución a los problemas pero no hay que olvidar que el cine está hecho para entretener y no siempre pretende dar lecciones de vida. Además en general todos los personajes conviven con las consecuencias de sus actos así que tampoco es una violencia completamente gratuita.
Gracias a la cotidianeidad y normalidad que se representa en cada historia, se consigue una mejor implicación del espectador con el personaje. Todos los cortos responden a una injusticia más o menos grave. Desde una tontería entre dos conductores en una carretera, hasta el abuso de poder y de dinero, la corrupción del gobierno y los "mandamases" que se aprovechan del ciudadano medio o el Estado y sus "leyes" cuando van en contra de todo razonamiento
"Mirada de cerca la vida es una tragedia, pero vista de lejos, parece una comedia" (Charles Chaplin).
Como siempre, ficción y realidad están separadas por una línea muy fina y siempre vemos reflejados aspectos de la vida misma. Es normal, entonces, que a través de la venganza y liberación del personaje, el espectador salga un poco más contento del cine: las injusticias siguen ahí, la corrupción también pero al menos, por un momento, alguien se ha llevado su merecido.
"La diferencia entre la comedia y la tragedia es que en la comedia los personajes encuentran la forma de sobreponerse a la tragedia" (Woody Allen).