Antonio Berengua
Deshojar la margarita electoral
Pasado el día de las elecciones y por razón de la falta de mayoría absoluta, a efectos de la investidura presidencial, se presenta el problema de los pactos, cosa nada sencilla por la obviedad de las próximas convocatorias a las urnas y los consiguientes efectos negativos de un compromiso que puede pesar como una losa si luego se quiere otra opción, algo que me recuerda a una especie de test de hace muchos años consistente en solucionar el problema de un barquero para pasar en el rio de una a otra orilla, en viaje de ida y vuelta, y de uno en uno, dos animales y una col de suerte que si pasaba el lobo la oveja se comía la col y tenía que evitarlo y así sucesivamente, pues de pasar la col el lobo se comía a la oveja, pues bien, lejos del acertijo, es obvio que en el terreno político no puede haber vacilaciones ni incertidumbre en la respuesta en un trascendente asunto de gobierno, quizás, por eso, algún partido se anticipa y pone condiciones de difícil cumplimiento o dice no, pero, buscando la suspensión condicional más que la resolutoria.
Desde luego es causa de satisfacción que haya ganado un gran partido político por la razón de estado esencial de garantizar la estabilidad institucional que es el mensaje que comparte la ciudadanía bien dirigida por la presidenta Susana Díaz que se ha ganado el aplauso de todos y bien merecido por sus dotes naturales de inteligencia y capacidad de empatía pues en ella se refleja la mujer trabajadora, empleada, arquitecta etc sin operaciones de marketing y haciendo gala de la filosofía de Séneca, pues está con los suyos, con su pueblo y es evidente que es un pueblo peculiar por su historia viva en La Alhambra y La Mezquita, en la poesía de Góngora, llena de belleza barroca, en la sensibilidad de García Lorca, de José Menese y hasta en el pase de Curro Romero y así un largo etcétera, dicho con el mayor respeto por La Historia, el Cid, a pesar de la palabra árabe, es castellano.
El otro gran partido político, que es el partido popular, tuvo un mal resultado porque el desgaste del poder pasa factura y porque creo se olvidó de la sufrida clase media que vió los ingresos recortados y que los impuestos no le dieron tregua, y ya no se diga de los pensionistas y entre otras cosas domésticas, por ejemplo, de la fiscalidad de los planes de pensiones o de la jubilación sin prórroga de muchos médicos del Servicio de Salud, y por eso, es claro, que las personas afectadas y posibles votantes, se quedaron en casa o votaron a otro, más bien lo primero. Desde luego, creo que el partido popular se va a abstener en el debate de investidura de Susana Diaz por pura inteligencia política del partido y porque puede ser la lista más votada en otro territorio, en otras elecciones, cosa que además se sostiene por muchos de sus militantes y ello es totalmente legítimo. Con todo, el partido popular ha obtenido treinta y tres escaños, se mire como se mire, y ello le sigue situando como uno de los grandes partidos, y por tanto, depositario corresponsable de la razón de estado de la estabilidad institucional y por tanto de sus dirigentes depende la reflexión del qué y del cómo de la actuación política, tanto en las municipales como en las generales y además en las elecciones generales va a contar con la generosidad de la ley electoral para con los grandes partidos. Tengo la gran suerte de vivir en una ciudad como Pontevedra, que es un regalo, pero no puedo evitar un sentimiento de envidia por los pueblos de Inglaterra, porque es un país que nunca necesitó salvadores.