Daniel Froiz
Plácido
Plácido es la película que la televisión española debería emitir siempre por estas fechas. Con ella, Berlanga consigue un retrato absurdamente veraz de la sociedad española. Y comparto las palabras de José Luis López Vázquez sobre la vigencia de la misma: "Las películas de Berlanga son esperpentos no de la España de la época, sino de la España eterna". López Vázquez también es eterno. Como Rafael Azcona, el gran guionista del cine español que está, cómo no, detrás de los maravillosos diálogos de Plácido. Sobre Azcona escribió Jabois en su momento para decir que: "No haber visto Plácido es no haber entendido nada de este país y estar en él por estar, como un turista. España es un lugar en el que siempre hay un inocente persiguiendo a alguien para que le dé una fortuna con la que pagar la letra del motocarro".
Y así se pasa Plácido toda la película, toda la Nochebuena. Supongo que se habrá pasado así toda la vida. Buscando dinero para pagar su letra del motocarro. Disculpándose ante el banco, pidiendo favores al notario. Mientras, la alta sociedad invitaba a pobres y ancianos a comer en su mesa el día de Nochebuena para aparentar una falsa caridad. La doble moral.
Para acabar 2012 leo en los periódicos, esta mañana, que en 2013 tendremos menos poder adquisitivo, porque pagaremos más impuestos y aumentarán los precios de los productos básicos. Supongo que mientras algunos se darán las fiestas con el dinero de las preferentes, y otros robos varios a gran escala, los demás, la inmensa mayoría, seguiremos haciendo todo lo que podemos para pagar la letra del motocarro. Eso sí, de forma digna y legal. Y si podemos, con alegría. La dignidad y el humor que desprende la historia de Plácido, también siguen vigentes. Feliz año nuevo.
1.01.2013