Antonio Berengua
La vida conflictiva de nuestro tiempo
Hace años, con ocasión de las ferias, había unos personajes que captaban la atención del público con el anuncio del salto mortal de la tortuga o de adivinar el fin de los problemas de las personas con la respuesta que querían escuchar, siempre feliz del éxito si bien no se decía cuando iba a ocurrir, y desde luego eran los reclamos de la postguerra, incluida la reserva mental del cardenal Quiroga que aceptaba las recomendaciones pero no decía que el papelito lo colocaba bajo la peana del santo de su devoción, y en todo caso en la misa del domingo se repetía el dignum et iustum est- es justo y necesario- y se reconocía la buena acción, arropada por el latín que llevaba al maestro Unamuno a una crítica de lo que ahora se denomina transparencia. A todo esto hay que añadir el programa radiofónico de "ustedes son formidables" que el locutor Alberto Oliveras, un gran comunicador de entonces, hacía llegar a los oyentes procurando una interacción entre el necesitado y el donante que se convertía en "formidable" y que sabía que su gesto iba a ser comentado en el pueblo especialmente en los pequeños pueblos, pues, a veces, aparecía cuando faltaba la cantidad para el redondeo y había gran expectación por los oyentes, con lo cual crecía el gesto del "formidable", que se traducía en unas miles de pesetas que eran una gran fortuna en aquella época de escasez, y no precisaba otras exigencias. Tiempos pasados pero que, con otros escenarios, permiten la reflexión de que fueron mejores presentándose como lugares comunes a lo largo de la vida, así "el dichoso aquel que de pleitos alejado" de Ovidio y la retirada a Yuste de Carlos I en Fray Luis de León con "la huida del mundanal ruido", pero sobre todo la juventud añorada por Fausto en la obra de Goethe y que se repite en "el Gatopardo", por el príncipe de Salina que, quizás por eso, baila el vals y no la mazurca de sus años mozos, deslumbrado por la juventud y belleza de Francesca novia de su sobrino y que le queda muy lejos, como se refleja en las secuencias de la versión cinematográfica de Luchino Visconti de los años sesenta con el marco de la Sala de los espejos de Palermo.
Hoy son tantos los conflictos que se vive una cierta desorientación sorpresiva y así nos enteramos de que se quiere abordar la reforma de la ley 5/1995 de 22 de Mayo del Tribunal del Jurado, publicada en el B.O.E. de 23 del mismo mes y año, y como se dice en tono coloquial ya llovió desde entonces, y aunque la reforma sea muy bien recibida, no cabe desconocer las noticias que llegan de posiciones encontradas al respecto, pero por encima de todo la pregunta es porque no se hizo antes de forma que pudiera abrirse una puerta a las dificultades enormes y pienso por ejemplo en el tema del Jurado de Santiago, que pudo contar con una clausula legal de elección por el acusado del Jurado Popular o del Tribunal profesional, aunque ya sabemos que a su entrada en vigor este tipo de clausula suscitaba el problema de que fuera claudicante pero pasado tiempo y con la vivencia práctica, parece que deben evitarse problemas puramente procesales incluso con una clausula de excepcionalidad de otro tenor, en los casos en que puedan preverse razonadamente graves dificultades en el objeto del veredicto y posterior deliberación con devoluciones del mismo y riesgo de disolución del jurado, u otras que permitan la prioridad de la relación material sobre la forma que pueda adoptar el procedimiento, quizás con la solución razonada del presidente del Tribunal como tesis judicialista más acorde con su función pero más propia del derecho anglosajon. Es cierto que los hechos y los elementos normativos son accesibles para los jurados legos pero en la práctica es más complicado, y los abogados saben lo que entraña un proceso que se celebra pasados casi dos años y con sesiones maratonianas y el momento de la redacción del objeto del veredicto que son las cuestiones que se formulan a los jurados por las partes para la acusación o defensa de los acusados, máxime cuando hay pluralidad de acusados y en fin con la posibilidad de que todo eso se anule. Es por lo que parece que la reforma debe ser llevada a cabo con los informes del Consejo General del Poder Judicial, de Fiscalía y de los Colegios de Abogados, y desde luego consensuada.
Hay otro innegable conflicto de más calado y que reviste los tintes de la tragedia humana se mire como se mire y que afecta a millones de personas con lo que desborda cualquier suceso ordinario para convertirse en catastrófico como es el desplazamiento de los sirios, y que desde luego creo no es un caso de "formidables" por muy buenas intenciones que la persona "formidable" pueda albergar, pues es un tema que debe resolver la Unión Europea y por consiguiente cada uno de sus Estados miembros porque no solo es el alimento, vestido y casa sino también el trabajo pues su destino no debe ser el de mantero, vendedor de paraguas o de pañuelos de papel etcétera y de esto fué testigo el territorio del Maresme hace años y cabe hacer aquí las reflexiones que brinda la canción "Salam Rashid" de Serrat, una obra profunda en la que se viene a decir que Salam va de ciudad en ciudad arrastrando la sensación de que en todas partes sobraba, y entre otras cosas dice algo de su situación como "Europa és una gàbia"-una cárcel- algo así como vivir con las ilusiones encerradas pues no le valió la pena el esfuerzo, y por eso creo que debe haber un entendimiento de los Estados, máxime si como puede sospecharse hay algo detrás de todo esto que no se dice y quizás el buen entendimiento de las grandes potencias militares pudiera solucionarlo, porque parece que subyace un tema de índole militar.
Surge asimismo el conflicto de las elecciones generales, quizás rebajado de tono "hacia dentro" de los partidos porque a resultas de las anteriores municipales se puede observar que no es tan fácil conciliar el mundo de las ideas y la realidad, como figura platónica, y puede que posteriormente lleve solo un "cambio de liturgia" como expuso uno de los periodistas en un programa de análisis de los cien días de gobierno municipal, pero, a pesar de esto pienso que la gente va a seguir buscando a las personas con las que se sienta más cómoda como respuesta a una corrupción vergonzosa por parte de los que intentaron o les vendieron alpiste para relojes de cucú y que mancharon todo el panorama social, y si bien se puede enturbiar la estabilidad institucional que tantos esfuerzos costó conseguir sobre todo si se produce una respuesta de abstención masiva como de "no querer saber nada" y que es un tremenda insensatez pero difícil de evitar, espero que se acuda a la mejor receta del empleo del sentido común como reflexión lógica de lo que vamos a hacer aunque siempre va a haber en las campañas de verano quienes se expongan al sol sin protección solar pese a los consejos, pero es la excepción frente al referido sentido común y ojalá que esto tenga traducción en la política electoral.