Evaristo P. Estévez Vila
El PXOM de Pontevedra... o el arte de marear la perdiz
Se le atribuye a Napoleón una frase que dictamina poco más o menos que "…si quieres solucionar un problema nombra a un responsable; si quieres que el problema perdure, nombra una comisión", y en esas estabamos por parte de los representantes políticos en el Concello de Pontevedra al menos hasta que, recientemente, la Secretaria Xeral de Urbanismo de la Xunta de Galicia, arquitecta de profesión, ha puesto en evidencia lo absolutamente evidente, declinando con un piadoso "…no procede la intromisión de la Administración Autonómica en una Comisión Municipal…" y que en román paladino viene a expresar un - dejen ustedes de marear la perdiz y me presentan un documento que sea susceptible de aprobación-, respuesta en la que quedan en absoluta evidencia todos y cada uno de los grupos municipales con representación en el Concello de Pontevedra; quienes gobiernan por absoluta falta de voluntad demostrada a lo largo de los años en sacar adelante un planeamiento; y quienes se encuentran en la oposición, Partido Popular incluido, por desconocimiento inexcusable del procedimiento de aplicación y de las obligaciones y competencias de unos y otros en tan importante menester.
Es cierto que un Plan General de Ordenación Municipal es una figura desconocida y si se quiere en cierto modo complicada en cuanto a su comprensión para la mayor parte de los ciudadanos, pero ello no implica que se nos tome el pelo como hasta la fecha. Un Plan General de Ordenación Municipal es un instrumento que tiene como objetivo vertebrar el territorio de uno o más municipios conjuntamente aplicando criterios de sostenibilidad señalando dónde se ubican los suelos urbanos, los consolidados y los no consolidados, los urbanizables, los de núcleo rural, los rústicos y los rústicos protegidos, los viales actuales y proyectados cara el futuro, las grandes infraestructuras, los polígonos industriales y sus ampliaciones, las áreas comerciales, los equipamientos sanitarios (hospitales), deportivos, educativos, y sus zonas de expansión futura, etc… en definitiva, un Plan General de Ordenación Municipal es que el diseña el modelo de ciudad hacia el futuro con criterios inexcusables de sostenibilidad. Como contraposición a esto, no constituye modelo de ciudad la peatonalización de una u otra plaza o calle, ni la limitación de la velocidad en el centro urbano, ni la instalación de lombos, ni la creación de plazas de aparcamiento con límite horario y sin habilitación normativa, sino que simplemente constituyen pequeñas pinceladas urbanizadoras del centro urbano de la ciudad, como puede llegar a ser incluso dotar de calefacción a la calle de Benito Corbal. El Concello es mucho más, es el Centro Urbano y son sus Parroquias, y el documento que vertebra todo el Concello es precisamente el Plan General.
Y esto no es algo que afirme el que suscribe, la Agenda 21 publicada en el año 2007 por el Gobierno Municipal entonces gobernado en coalición BNG PSOE, y que constituye un interesante diagnóstico de la situación del Concello a dicha fecha, muestra entre sus retos, y cito textualmente: "…poner las bases para construir un modelo de ciudad más sostenible (…) orientar el desarrollo urbanístico y económico, la ordenación del territorio, la movilidad, el tráfico, etc… mediante el fomento de la sostenibilidad (…) esto es, necesitamos tener una estrategia de futuro que permita el crecimiento y mejor posicionamiento de la ciudad y del área territorial de Pontevedra…" pasando de un modelo de ciudad más difusa a un modelo de ciudad sostenible y más compacta. Y esto, de acuerdo con dicho documento, se instrumentaliza a través de los principios contenidos en dicha Agenda 21 y se vertebra a través de un Plan General de Ordenación Municipal que entonces comenzaba su andadura renqueante.
De la agenda 21, nos hemos quedado con un simple breviario de misa que es custodiado exclusivamente por el párroco, ahora desplazado a la archidiócesis, y dos acólitos del gobierno local; y del PXOM, nos hemos quedado con un documento presentado en el año 2007 a bombo y platillo, pero que, tras nueve años, duerme el sueño de los justos en algún archivo municipal, pese a que la inversión realizada para uno y otro documentos, se acerca al valor del "Códice Calixtino".
Y en estas, ante semejante pasividad municipal, la oposición en Pleno se inventa una Comisión Informativa Municipal promovida por una moción aprobada en el Pleno del 22 de septiembre de 2015 que retome el proceso de redacción, aprobación y puesta en marcha de un nuevo PXOM para Pontevedra, acuerdo plenario aprobado por mayoría (votos de la oposición) y con la abstención del BNG, salvo en cuanto a su carácter no retribuido cuyo acuerdo fue aprobado por unanimidad. En el acta del Pleno de dicha fecha se recogen los fines de la citada Comisión y que se describen como los siguientes: "seguimiento y control de todo el procedimiento tendente a la aprobación definitiva de un PXOM para Pontevedra. Es decir, tanto la situación actual con la redactora, como la posible nueva contratación de estos servicios, como los trabajos posteriores de redacción y tramitación administrativa del Plan". Estos, y no otros, son los fines de la citada Comisión.
En el mes de Febrero, todos los medios de comunicación locales mostraban la unánime desazón de sus miembros por la ausencia de voluntad del gobierno local para sacar adelante un PXOM (de acuerdo con el sentir de la oposición) y dada la ausencia de resultados (según el gobierno local), pensamientos ambos tan ciertos como esperables. En todo caso, de este rifirrafe una cosa quedó clara, la causa de la actual paralización del PXOM radica en la negativa del actual gobierno local en el año 2012 de presentar una nueva propuesta de aprobación a la Secretaría General de Urbanismo de la Xunta de Galicia atendiendo a los reparos que dicha administración había formulado al documento presentado por el Concello. Esto, que ha sucedido les aseguro con el 100% de los Concellos de Galicia, dado no conozco ninguno cuyo PXOM hubiera sido aprobado sin reparos por parte de la Xunta de Galicia, en lugar de provocar nuevas negociaciones entre el equipo redactor y la administración municipal con la administración autonómica, nos abocó a una vía muerta que se resume en la frase de la época del responsable municipal de Urbanismo, "o la Xunta acepta nuestras propuestas, o modifica la Ley, o no presentaremos una alternativa a las propuestas actuales", y efectivamente dicha alternativa no se presentó. Entonces la Secretaría Xeral de Urbanismo, año 2012, manifestó precisamente lo que ahora cuestiona la Comisión, que tras la presentación del informe tuvieron una reunión técnica en la Consellería (año 2010) y que dos años después se aportaron las mismas propuestas sin ser modificadas, por lo que fueron nuevamente rechazadas, lo que suena correcto.
En definitiva, y en resumen, que la Comisión Informativa Municipal sobre el seguimiento del Plan Xeral de Pontevedra está consiguiendo las expectativas que se tenían en ella, es decir, ninguna; no obstante, siete meses después de su constitución, ni el Concello ha llegado a un acuerdo con el equipo redactor para la finalización del PXOM, ni ha resuelto su contrato, ni ha contratado uno nuevo, ni ha presentado documento alguno para ser examinado por la Secretaría Xeral de la Xunta de Galicia, por lo que sería deseable que dejaran de marear la perdiz y se dedicaran a otra cosa.
Esa otra cosa podría ser, por ejemplo, conceder al gobierno local (que es quien debe promoverlo) un plazo para la presentación del citado documento ante la Secretaría Xeral de la Xunta de Galicia con el compromiso de adoptar conjuntamente medidas políticas si no se cumple dicho plazo, pero esto implica un compromiso conjunto, que no hay.
Por cierto, si lo que publicaban por entonces los rotativos era cierto, y no tengo motivos para pensar lo contrario, la negativa del gobierno local a realizar las modificaciones se ceñía a dos aspectos fundamentales, la reducción del tamaño de los núcleos rurales y, por otro, la necesidad de calificar como suelo industrial los terrenos ocupados en la actualidad por el complejo ENCE ELNOSA. Pues bien, lo primero es una consecuencia inherente al ritmo de crecimiento de la ciudad, si la ciudad no crece no se puede pretender mantener una bolsa de suelo de nuevos núcleos o de expansión de estos no justificada, o por decirlo de otro modo, si no has construido en 30 años en las parcelas que en el año 1989 figuraban como núcleos, no pretenderás que se mantenga en el rural en suelos de naturaleza rústica la misma calificación. Este es un criterio de sostenibilidad que se podría discutir puntualmente, pero que obedece y se contiene precisamente a los objetivos de la AGENDA 21 del gobierno municipal; y por otro lado, en tanto en cuanto ENCE permanezca en su ubicación actual y además conste la aprobación de un Plan de Incidencia Supramunicipal del ámbito, la calificación industrial de los terrenos es la única posible. Otra cosa es que se pretenda utilizar políticamente el PXOM en detrimento de la seguridad jurídica de sus ciudadanos, como le hizo saber al gobierno local el representante de EN MAREA, quien no es sospechoso de no apoyar el mantenimiento del complejo industrial.
Entre los años 2005 y 2009 la Xunta no estaba gobernada por el Partido Popular, pero tampoco se consiguió entonces presentar en tiempo y forma el documento que pudiera ser aprobado por el que podría denominarse "gobierno amigo", y el motivo no es otro que la ley, aprobada en 2002, vincula a los gobiernos de uno y otro signo, y los técnicos que la informan, también están vinculados por ella.