José Benito García Iglesias
Pedro Álvarez de Sotomayor (Madruga). Parte 1ª
Pedro Álvarez de Sotomayor, más conocido como Pedro Madruga. Las crónicas apuntan que nació en 1430 y fue una de las figuras más sobresalientes de la Galicia medieval. Considerado como el prototipo del caballero feudal en la baja edad media, su sobrenombre, según el cronista Vasco de Aponte, vendría porque a la hora de atacar a sus enemigos los sorprendía a altas horas de la madrugada o incluso mucho antes del amanecer, algo que no era habitual entre los caballeros medievales.
Hijo bastardeo de Fernán Yáñez de Sotomayor, señor de Sotomayor y Fornelos, capitán de navíos y terrateniente de un amplio territorio que abarcaba buena parte de la actual provincia de Pontevedra, y de Constanza Gonçalvez de Zúñiga.
Fernán Yáñez lo reconoció en su testamento en 1440, el mismo año de su muerte, refiriéndose a él como "mi hijo bastardo, Pedro de Sotomayor". En el mismo testamento, dispuso que se le diera educación eclesiástica, nombrando al dominico fray Esteban de Soutelo (doctor en teología en el monasterio de Santo Domingo de Tuy), como maestro de su hijo.
Tras la muerte de Fernán Yáñez en 1440, en Valladolid, le sucede en el mayorazgo su legítimo primogénito, Álvar Páez de Sotomayor, casado con María de Ulloa. Su mandato estuvo lleno de confrontaciones con los Sarmiento, acérrimos enemigos de los Sotomayor, pues los intereses de ambas casas chocaban frontalmente por el control del sur de Galicia.
Este matrimonio no tuvo descendencia y el propio Álvar Páez, al conocer que su estado de salud era crítico y ante lo apremiante de la situación, con la guerra Irmandiña en pleno auge, se apresuró a legitimar a su medio hermano Pedro en el año 1468 como heredero y señor de la casa de Sotomayor con la aprobación de la legítima heredera, su tía Maior de Sotomayor y del rey Enrique IV de Castilla.
Durante la Guerra Irmandiña (1467-1469) Pedro Madruga se refugió inicialmente en Portugal donde entabla amistad con el monarca vecino y contrae matrimonio Teresa de Távora. Aquí, apoyado por la nobleza portuguesa, forma un gran ejército y se erige como el caudillo de los nobles gallegos. La reacción feudal contra los Irmandiños le proporcionó la oportunidad de introducirse en el escenario nobiliario gallego y ganar en él un puesto prominente.
Cruza la frontera portuguesa y recupera sus dominios sin dificultad, derrotando a las huestes irmandiñas cerca de Pontevedra. Era el momento de aunar esfuerzos contra un enemigo común y así se hizo. Se pone en contacto con el arzobispo Fonseca y con don Juan Pimentel, hermano del conde de Benavente, a los que ayuda a recuperar sus anteriores posesiones y organiza a la nobleza gallega desbaratada y la conduce hasta el desmantelamiento de las posiciones irmandiñas.
Pero esta alianza de la nobleza gallega era coyuntural contra un enemigo común y pronto se vería rota por las exigencias particulares de cada uno.
En 1474, muerto Enrique IV, estalla el conflicto sucesorio entre su hermana Isabel y su hija Juana. Mientras la nobleza gallega adopta una actitud expectante, sus dos líderes más cualificados se posicionan rápidamente. Pedro Madruga al lado de Juana y del bando portugués, con miras a la salvaguarda de sus intereses personales. Fonseca al lado de Isabel y de la futura monarquía de los Reyes Católicos, buscando la rehabilitación y el ascenso político.
La intervención de don Pedro en el conflicto sucesorio nos proporciona los acontecimientos más apasionantes de su biografía. El momento cumbre de la ascensión de Pedro Madruga se produce en 1475, cuando obtiene del rey portugués Alfonso V el título y los derechos de conde de Caminha; por entonces constituirá un dominio casi exclusivo sobre la zona suroeste de Galicia.
En otoño de 1476 el arzobispo Fonseca, el conde de Monterrey, junto con otros nobles gallegos que, de mejor o peor gana, se incorporarán al bando isabelino mandados por Fray Arias del Río, corregidor mayor de Galicia. Se dirigen a Pontevedra dispuestos a reducir al de Caminha. Madruga resiste dos prolongados cercos a la ciudad que terminan en fracaso para los asaltantes, quienes se deciden por una tregua en la primavera de 1477.
Acontecimiento singular, después de una planeada argucia, dentro de las escaramuzas que provocó el conflicto sucesorio en Galicia, fue la prisión que sufrió Pedro Madruga a manos de don Rodrigo Alonso Pimentel, entre 1477 y 1478. Esta circunstancia fue aprovechada por el prelado compostelano y los demás adversarios de Caminha para dirigirse a Pontevedra y rendirla; desde allí se apoderaron de Redondela, Pontesampaio y Vigo; ocuparon varias fortalezas del de Sotomayor y realizan nuevas fortificaciones en la zona, como Castrizán. Los partidarios de Sotomayor sólo consiguen sostenerse en su propio castillo, en Salvaterra y Fornelos.
(Continuará)