Beatriz Suárez-Vence Castro
Lo más valioso
Dos definiciones de amistad son mis preferidas. La primera, un proverbio ingles: Make new friends and keep the old. One is silver, the other is gold ,que viene a ser en español algo así como: Haz nuevos amigos y conserva los antiguos. Aquellos tienen el valor de la plata, estos, el del oro.
La segunda es la que contestó Alain Delón cuando le pidieron que describiera lo que para él es un amigo: "Aquel a quien si llamas una noche y le cuentas que acabas de matar a alguien solo te preguntará donde has enterrado el cuerpo".
La primera es una maravillosa visión de la amistad como lo que es: la auténtica riqueza de una persona. Rechaza además la creencia en que más allá de los cuarenta no se pueden hacer amigos. Se pueden sumar amigos a cualquier edad y en cualquier etapa de la vida.
La segunda es una manera exagerada, humorística y bastante bestia de decir que amigo es aquel que no te juzga, que te quiere tal cual eres y que haría cualquier cosa por ti.
A los amigos los disfrutamos en las rachas buenas pero los valoramos más cuando la vida nos da un golpe de esos tras los que cuesta mantenerse erguido. Ellos son los que te hacen recuperar tu equilibrio. Donde el amor viene y va, la amistad se queda. Incluso en los grandes amores, la amistad es lo que permanece cuando la pasión se ha ido.
Tiene además la amistad un componente que el amor a veces quita: la libertad. El amigo sabe estar cuando el otro lo necesita, sin exigir exclusividad, ni posesión, ni explicaciones, ni tan siquiera, palabras, porque las primeras sobran para quien te conoce y te quiere bien y las segundas no son siempre necesarias. Un abrazo o un silencio compartido pueden llenar más que una palabra cuando no encontramos qué decir.
El amigo acompaña pero sabe también respetar la soledad. Te deja elegir, porque la amistad es en sí misma una elección, es la familia que escoges, la que no lleva tu misma sangre ni falta que hace.
Cada amigo aporta algo que te enriquece. Pueden ser inesperados, lejanos o de diario, incluso de cuatro patas, todos valen cuando son buenos y con el tiempo aprendes a detectar los que solo lo son en apariencia .Unos reaparecen con el tiempo aunque nunca se hayan ido y otros aparecen cuando más falta hacen.
Cuando los tiempos se oscurezcan no exija nada de sus amigos, ellos sabrán lo que tienen que darle. Y sea, sobre todo usted mismo, su mejor amigo.