Antonio Berengua
El debate de nuestro tiempo
Vaya por delante que en la época conflictiva que vivimos es especialmente grata la noticia del premio de la medalla de oro al trabajo a Magin Alfredo Froiz que es ejemplo de una persona hecha a si misma y que es un honor para todos nosotros.
Siempre tuve la sensación de que la conservación de instituciones jurídicas de dudoso empleo podía traer un quebradero de cabeza tremendo y ninguna solución positiva y efectivamente salió lo que esperaba de la acción popular de nuestro ordenamiento jurídico. Hace poco se conoció la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, de 13 de Junio de 2017 referida al caso Atuxa Mendiola y otros, que después de un largo recorrido declara la demanda admisible contra España, que es tanto como darle la razón a Atuxa y evidenciar que es algo que desde el principio pudo tener respuesta antes de terminar como terminó, pese a que el Ministerio Fiscal se opuso al procedimiento en todo momento solicitando el archivo de la causa.
Dejando a un lado que el fundamento de la estimación fuese la infracción del principio de audiencia, es lo cierto que pudo ahorrarse la problemática política y de tribunales de haber contado con el monopolio de la acción penal por el Ministerio Fiscal.
El tema tiene gran importancia porque la llamada "doctrina Atuxa" fue invocada hasta la saciedad con ocasión del caso de la Infanta para sustentar que la acción popular puede aperturar el procedimiento penal aunque el Ministerio Fiscal no acuse.
Pero, es que, como suele suceder, los errores se repiten y recientemente acudimos a la comparecencia del presidente del gobierno como testigo a instancia de la repetida acusación popular que políticamente y como era de esperar suscitó un debate público apasionado, quizás por la creencia de que el foro jurídico es como el político, y resultó la evidencia del fracaso de semejante petición pues la testifical del sr.Rajoy fue procesalmente correcta y salió bien tal y
como era de esperar por muchos juristas conocedores de la práctica procesal.
Desde luego, no cabe duda de la impertinencia, como un camión, de las preguntas que rechazó el presidente del tribunal pues eran de bulto como la diligencia de careo fuera del objeto del proceso y de la valoración de nulidad que correspondía al tribunal de modo ninguna duda queda al respecto, pues es evidente que de no ser así correrían ríos de tinta.
Por demás resulta que el hecho del trato de respeto al testigo fue por su condición de presidente del gobierno y no por tratarse del sr .Rajoy y lo mismo sucedería con otro presidente del gobierno pues es el cargo el que se contempla.
Creo que una reforma de la legislación procesal que pretenda con seguridad dar una respuesta rápida a los problemas del día a día, habida cuenta del número de delitos que se investigan y para que no tengan que pasar años en los juzgados y tribunales, debe comenzar por la unificación del ejercicio de la acción penal que debe encomendarse al Ministerio Fiscal y a partir de aquí presentar el caso investigado, tan pronto se entienda que existe probanza suficiente al juez, para que abra el procedimiento y pueda enjuiciarse el caso con total supresión de las llamada fase intermedia que en la mayoría de los supuestos son la causa de dilaciones importantes y además, en la práctica, se reconducen a un ir y venir de los asuntos-papeles o soportes digitales de cada caso.
Es cierto que el tema es difícil y que la opinión no es pacífica en todos los juristas pues late entre otros muchos argumentos el indiscutible peso de una instrucción judicial, pero por encima de todo es evidente que no debe tolerarse que una causa criminal dure años con repetición de trámites en el atestado, luego en el juzgado y volver otra vez a lo mismo en el acto del juicio.
Otro debate muy importante es el del referéndum de Cataluña pues afecta a todo el ordenamiento jurídico y son notorias y conocidas las diversas posiciones que suscita y por tanto la corriente de opinión de que no va a celebrarse porque ya lleva años deshojándose la margarita y al final otro "queda para mañana", pero sea de esto lo que fuere, parece que todo se está complicando más de lo previsible con situaciones cada vez de mayor entidad casi en un callejón sin salida de manera que no queda otra, quizás por un mal entendido conflicto, y porque en sentido metafórico el tren se sale de las vías y los juristas saben perfectamente que
los pleitos quedan sin solución cuando se abandona el cauce legislativo vigente pues no se puede ni debe inventar.
Desde luego, llama la atención la seguridad con la que hablan algunas personas del referéndum hasta el punto de que da la impresión de que lo tratan en abstracto, esto es, dando por supuesto que las consecuencias del mismo llevan el triunfo del partido al que pertenecen pero no cuentan con que, una vez hecho el referéndum, triunfe una opción política adversa y entonces no se les podrá frenar con un respeto a la ley pues antes se predicó la desobediencia, en definitiva, parece que debe acudirse al sentido común y ello no es una amenaza sino un ejercicio de responsabilidad.