Si, por ejemplo, ha habido alguna mala contestación con alguien o creo que alguien obró mal conmigo le resto importancia, porque en realidad pienso que, a veces, estamos tan metidos en nuestra vida diaria tan ajetreada que le damos demasiada importancia a cosas que no la tienen tanto.
Luego hay cosas que sí requieren toda tu atención y ahí reflexionas y te das cuenta, oye, pues es que esto otro no era para tomárselo tan a pecho, o no merecía la pena discutir tanto. A mí me pasa, y sobre en Otoño.
En otoño parece que uno se da cuenta que no queda mucho para que el año acabe, ya sabes, los buenos propósitos de año nuevo. Y para que haya buenos propósitos primero habrá que zanjar y terminar todo lo que dejo atrás. A mi este rollo de pensar así, solucionar y suavizar temas me funciona, al menos yo personalmente me quedo mejor conmigo misma.
No soy de las que escucha músicas relajantes ni practico meditaciones de ningún tipo, pero sí practico el pensar en que es importante en esta vida, que sacamos con enfadarnos siempre o mosquearnos a veces por "tonterías", eso sí lo hago.